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414 ANTONIO LINAGE CONDE siguiente como tiene de costumbre 53, para cuyo fin 54 nombró el señor alcalde por nominadores a [ .. .] y [ .. .] y el contador de viejo nombró a [ .. .] , para que éstos hiciesen dichos nombra mientos 55, y habiendo salido todos juntos 56 nombraron por al calde al señor [ .. .] , abad de legos 57 al señor [ .. .] , contador de viejo al señor [ .. .] , de nuevo al señor [ .. .] , mayordomo a [ ... ] y avisador a [ .. .] . Y hechas las elecciones 58 las publiqué e hice saber a los hermanos59, y cada uno aceptó su oficio, de que yo el presente abad doy fe dicho día, mes y año. Como abad [ .. .] . La encomendación de los difuntos Del hilvanarse de las generaciones, fieles a ese su mismo sucederse, hemos hablado ya. ¿Y acaso podríamos dejar de ver en el tal la índole más diferenciadora de las mentalidades forjadoras y mantenedoras de nuestra hermandad? Hasta el extremo de que es tan curiosa como sintomática la sime tría de que casi puede hablarse en la composición de las páginas de sus libros de actas, por tener los previstos y realizados aportes de cada año ticia», de 1850 a 1856 y de 1858 a 1876; «señores de justicia», de 1909 a 1912 y a partir de 1915; «lo s de justicia», en 1913 y 1914. 53. Esta precisión temporal sólo aparece a partir de 1830. T al y como la consignamos, o sencillamente «para el año siguiente», o «qu e vien e»; «ven id ero » desde 1909. 54. A qu í se suele intercalar desde 1863 «e l señor alcalde tiene dos votos y el señor contador de viejo tiene uno». 55. Esta motivación teleológica no aparece hasta 1820 y es común desde 1835; «para hacer dichas elecciones y nombramientos», de 1821 a 1834. Las dos variantes se alternan luego sucesivamente. 56. «P a ra hacer dichos nombramientos», se añade a veces, de 1872 a 1874 «en unión del señor abad de legos como es costumbre». El acto tenía lugar fuera de la casa, secretamente, en las inmediaciones. 57. A veces no se especifica esta última matización. Recordemos que el abad de sacerdotes era más bien un recuerdo de los tiempos en que el clero abundaba en la villa y en consecuencia el número de hermanos eclesiásticos en cada cofradía permitía su designación no forzada. En el más tardío Carmen parece que sus funciones fueron casi siempre desempeñadas por el párroco de Santiago (salvo las representativas del estamento clerical mismo en el seno con- fraternal). 58. O «las elecciones y nombramientos». 59. « A dichos señores», 1828 y 1829; «a los señores hermanos», 1830.
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