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276 E. RIVERA acontecimiento, escribe textualmente O.González,tiene lugar cuando el joven Buenaventura abandona París, y saliendo camino de Asís y Roma toma conciencia de lo que significa ser sucesor de San Fran­ cisco. El monte Alvernia es el monte de la transfiguración bonaven- turiana y el Itinerarium el acta fehaciente de ese acontecimiento único» 3. Además de íntima, esta vivencia de San Buenaventura viene a ser revolucionaria. De tal suerte que de aquí va a surgir un Buena­ ventura nuevo quien, sin romper conel pasado, mira a un futuro prometedor. «De la confluencia espiritual con el alma de San fran­ cisco, le acotamos de nuevo literalmente, surgió un Buenaventura dis­ tinto, que va a recrear congenialmente la obra de aquél... Como si todas las aspiraciones latentes en el alma bonaventuriana hubieran cristalizado en un hombre nuevo: maduración inconsciente de todo lo anterior, no ruptura sino floración»4. Este texto de O. González sobre lo que llama en expresión muy alemana « Franziskus Ereignis» —encuentro extraordinario de San Buenaventura con Francisco— nos sitúa en el cruce neurálgico de la discusión en torno a la interpretación doctrinal bonaventuriana. Si­ guiendo nuestro estudio citado, objeto de crítica severa por el docto medievalista de Lovaina, F. van Steenberghen5, creemos necesario pre­ cisar aquí las diversas posturas ante el pensamiento bonaventuriano para apreciar mejor la actitud del prof. O. González. Esto es lo que exige el plan de este breve estudio. Tan sólo, como complemento, aña­ diremos alguna breve reflexión por parte nuestra, que complete lo que años atrás hemos investigado 6. Las posturas que topa ante sí O. González en la interpretación de San Buenaventura son tres distintas, de matiz muy divergente. Lo que sucede es que una de ellas, la de F. van Steenberghen, la deja a tras­ mano por parecerle que se trata de mera temática filosófica «en torno 3. O. c., 17. 4. O. c., 18. 5. F. van S teen ber g h en , La pbilosopbie au XlIIe siécle. Dialogue avec le P. Enri­ que Rivera de Ventosa, en Sapientiae Doctrina. Melanges... offerts a Dom Hildebrand Bascour O.S.B., Leuven 1980, 359-374. 6. Acbmás del estudio ya citado, recordamos este otro: Tres visiones de la historia: Joaquín de Fiore, San Buenaventura y Hegel. Estudio comparativo, en Miscellanea Fran­ ciscana 1975, 779-808. El tema del ejemplarismo de San Buenaventura lo abordamos en nuestra tesis docto­ ral, El voluntarismo de San Buenaventura.

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