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284 E. RIVERA Ningún autor lo puede pensar todo. El declarar cómo la experien­ cia religiosa de San Francisco incide en la mente de San Buenaventura y a través de éste en el pensamiento cristiano, no ha quedado plena­ mente clarificado en la obra del prof. de la Universidad de Salamanca, O. González, mi colega. Pero sus aportaciones de hace quince años fueron muy meritorias y valiosas, al suscitar nueva reflexión sobre el tema. Así pues; asimilando aún más plenamente el contenido fecundo de la interpretación de E. Gilson, dejando de lado la que juzgamos opinión inviable de F. Van Steenberghen, tenemos hoy ante nosotros el desafío escatológico. Es por aquí por donde van los nuevos estudios, en esa añoranza que tenemos todos de un «mundo mejor» a cuya ve­ nida debe dar su aportación el movimiento actual franciscano. E. R ivera Universidad Pontificia Salamanca

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