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256 SANTOS SABUGAL b) Así lo manifiesta, por otra parte, la estructura literaria de toda la perícopa: Tras la introductoria precisión —claramente redaccional— sobre las circunstancias de esa enseñanza de Jesús (v. I ) 11, siguen tres sec­ ciones, netamente delimitadas por las indicaciones introductorias: «Pero les dijo» (v. 2a), «también les dijo» (v. 5a), «también os digo» (v. 9a). Si la primera de esas secciones (vv. 2-4) versa sobre la esencia de la oración, es decir, «lo que deben decir» los discípulos «cuando oren» (v. 2a) al Padre, en la segunda (vv. 5-8) y tercera (vv. 9-13) sección literaria el Jesús lucano instruye a aquéllos sobre las modalidades, que debe revestir su plegaria: Cómo deben rezar ( ¡inoportunamente! ) aque­ lla oración (cf. v. 8) y qué deben pedir, sobre todo, al «Padre celeste» en ella (cf. v. 13). Estas dos últimas instrucciones catequéticas supo­ nen, pues, la primera: son, en realidad, su necesario complemento literario y doctrinal, su mejor e imprescindible comentario exegético. La composición orgánica o estructura interna del Padrenuestro luca­ no es, por lo demás, clara: A la invocación inicial (v. 2b) siguen cinco súplicas (vv. 2c-4), de las cuales las dos primeras se diferencian neta­ mente de las tres últimas: aisladamente construidas aquéllas y acom­ pañadas por el adjetivo posesivo (divino) «tu», éstas, por el contrario, no sólo están ligadas por la cópula «y», sino que se caracterizan y distinguen por el uso del adjetivo posesivo «nosotros» y el pronombre «nos». Las dos primeras súplicas se refieren, pues, directamente al Pa­ dre previamente invocado, como súplicas de alabanza (v. 2c-d); las tres últimas, por el contrario, se relacionan con los hijos invocantes, siendo propiamente peticiones de dones necesarios (w . 3-4). Alabanza y petición integran, por tanto, en trabada unidad litera­ ria el Padrenuestro lucano. Su importancia se desprende del puesto que ocupa, en la unidad de su contexto literario: encabeza la primera ense­ ñanza catequética del Jesús lucano (9. 1-13) sobre la oración (cf. supra). Es lo que se refleja con claridad en su esquemática estructura literaria, que sintetiza los precdentes análisis: 11. Todo el v. 1 refleja, pues, la huella profunda de la literaria redacción lucana. Así con J. Caba, o . c.f 13; L. Felkámper, o . c ., 179-71; A. George, o . c., 412; I. H. Marshall, o . c ., 456; S. Sabugal, La embajada mesiánica de Juan Kantista, Madrid 1980, 130, n. 76.

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