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254 SANTOS SABUGAL — Hagiasthéto to ónoma sou. — Elthéto he basileía sou. — Ton árton hemón ton epioú- sion dos hemin to kath’he- méran. — Kai áphes hemin tas hamartías hemón, kai gar autoi aphío- men panti opheílonti hemin. — Kai me eisenéghes hemás eis peirasmón. - Santificado sea tu nombre (v. 2c); -Venga tu reinado (v. 2d); - El pan nuestro "cotidiano” dánosle cada día (v. 3); -y perdónanos nuestros peca- dos, pues también nosotros mismos perdonamos a todo el que nos debe (v. 4a); ■y haz que no entremos en la tentación (v. 4b). El texto lucano es más t>reve que el de Mateo, del que faltan va rios elementos redaccionales: La súplica por «el cumplimiento de la voluntad» del Padre, la comparación: «como en el cielo también sobre la tierra», y el ruego por la liberación «del maligno». A estas variantes más salientes se suman otras divergencias textuales: La invocación ini cial («¡P ad re !»), sin las adicciones redaccionales («...nuestro, que está en los cielos») de Mateo, es característica de Lucas en labios de Jesús (Le 22, 42; 23, 34-46) y de los discípulos (cf. Le 15, 12. 18. 21). Estos se dirigen, pues, al Padre, con la misma invocación de Jesús. Y lo invocan, para suplicarle no sólo «la santificación de su nombre» (11, 2 b )8 y «la venida de su Reinado» (11, 2 c )9; también 8. La vers., «sobre nosotros» ( T e rtC ip r., Cirilo Jer.) es probablemente re sultado de la referencia al uso del Padrenuestro en la literatura bautismal, donde el nombre de Jesús (!) era invocado sobre los catecúmenos (Cf. Sant. 2, 7; Act 22, 16; 2, 21. 38; 10, 48). Los cristianos, en efecto, son «aquéllos sobre quienes fue invocado el hermoso Nombre» (Sant 2, 7; H ermas , Pastor, Vis. 8. 6; 9. 14) del Señor Jesús (Cf. Act 2, 38). 9. La var.: «Venga tu Espíritu Santo sobre nosotros y nos purifique», re presentada por Marción (Cf. Tertuliano, Adv. Marc. IV 26), san Gregorio Nis ., Máximo C. y otros escritores eclesiásticos, así como por algunos Mss (162.700) tardíos (Cf. C. H. Chase, o . c ., 25-31; J. Hensler, o . c ., 30-32; W. Ott, o . c 112-117; R. Freudenberger, art. cit., 424-26; J. Carmignac, o. c ., 89-91), refleja ciertamente el vocabulario y la teología pneumatológica lucana. en la que la purificación de los gentiles (Cf. Act 10, 15; 11, 9) es atribuida al Espíritu Santo (Act 15, 8-9; Le 11, 20) descendido sobre los creyentes (Act 8, 17; 9, 17; 10, 44-45; Cf. 1, 8; 2, 17); pero no pertenece al texto original de Lucas, como lo muestra: a) el testimonio externo relativamente tardío y b) la parquedad del mismo, así como c) su formulación literaria, extraña a la estructura de las de más peticiones. Su introducción se explica satisfactoriamente por el temprano
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