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178 ALFONSO GUERRERO Tampoco encontramos en la obra de Maduro un desarrollo de las fuerzas que él llama «sobrenaturales y metasociales» que son las que dinamizan el campo religioso. Tales fuerzas — idea de Dios, la vida más allá de la muerte, la Iglesia como Pueblo de Dios, etc.— son las que más especifican el campo religioso. El problema de fondo es el de la articulación de las afirmaciones sociológicas con las afirmaciones teo­ lógicas: la religión ¿es un producto social, una revelación de Dios o ambas cosas? C o n c l u s ió n La autonomía relativa del campo religioso no ha sido tomada muy en serio ni por los marxistas ni por los cristianos. La tentación de un economicismo mecanicista por parte del marxismo y de idealismo por parte del cristianismo siguen estando todavía presentes. Los mar­ xistas tienden a exagerar la «relatividad» de la religión respecto a la estructura económica. Los cristianos tienden a exagerar la «autonomía» de la religión como si su independencia de la estructura económica fuera total. Sólo una mentalidad dialéctica posibilitará la superación de ambos reduccionismos plagados de aberrantes errores teóricos y políticos. La ideología religiosa no es sólo justificación postuma de un poder cuya formación histórica dependa de las condiciones materiales sino fuerza creadora y formadora de nueva historia, aunque no necesaria­ mente. Uno de los acontecimientos más significativos de la historia contem­ poránea de América Latina es la participación de los cristianos en el proceso liberador. Un número creciente de cristianos empieza a vivir su fe como praxis liberadora, praxis que les exige una teología distinta que relea la Biblia y la Historia de la Iglesia y reconceptualice la teo­ logía desde la perspectiva de los oprimidos. Las Comunidades Cristianas Populares y la teología de la liberación son el resultado de esa vivencia. El pueblo latinoamericano a la vez creyente y oprimido intenta la novedosa síntesis entre fe y revolución, oración y perspicacia política, mística y análisis crítico de la realidad. La teología deja de ser «la ciencia (invertida) de la conciencia invertida de un mundo pervertido» (Marx) para convertirse en «una reflexión crítica en y sobre la praxis histórica en confrontación con la palabra del Señor vivida y aceptada en la fe» (Gustavo Gutiérrez) y en «un reflexionar críticamente a la

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