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172 ALFONSO GUERRERO ble que cada religión podría esperar (y lograr) en el seno de una sociedad concreta» 155. La religión aparece atravesada por los conflictos de la sociedad de clases: «una estructura objetivamente conflictiva de dominación social —que es la que preside las sociedades de clases— condicionará de manera peculiar cuáles acciones religiosas son, en ella, imposibles, cuáles son tolerables y hasta qué punto... cuáles son convenientes y cuáles acciones religiosas son primordiales y/o urgentes (independien temente de la conciencia y voluntad de los actores religiosos)» 156. 2. La autonomía relativa del campo religioso Toda clase dominante se mantiene si es al mismo tiempo clase hegemónica, es decir, se dirige a todos o parte de los demás grupos sociales. No basta la coacción. Se requiere la dirección y el consenso: «Toda clase fundamental se mantiene sólo si se basa en la coerción, gracias al control del aparato de Estado oficial —ejército, policía, buro cracia— o privado —violencia privada— , así como en el consentimien to de grupos sociales auxiliares o aliados; la sociedad política o aparato de Estado es sólo uno de los aspectos del Estado, mientras que el se gundo, o sociedad civil, reagrupa los diversos aparatos ideológicos —re ligioso, político, escolar, etc.— , merced a los cuales la clase fundamen tal instaura su hegemonía sobre todos o parte de los demás grupos sociales» 157. La hegemonía se ejerce a través de los aparatos ideológicos que son relativamente autónomos. Esta autonomía es doble: con respecto al aparato de Estado y como resultado de su función hegemónica. Con respecto al aparato de Estado la autonomía varía si el período es hege- mónico o de crisis: «en períodos hegemónicos, cuando la esfera ideo lógica — sociedad civil— predomina sobre la político-represiva —socie dad política— , los aparatos ideológicos desempeñan el papel principal. Esta primacía se traduce en una gran autonomía con relación al aparato de Estado; tal es elcaso, porejemplo, de laIglesia medieval. En períodos de crisis, cuando la coerción y el aparato deEstado,por con siguiente, pasan a primer plano, el control de éste sobre los aparatos 155. Id., o. c ., 85. 156. Id., o . c ., 91. 157. H. P o r t e l l i , Gramsci y la cuestión religiosa, Barcelona 1977, 33.
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