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170 ALFONSO GUERRERO El papel objetivamente antirrevolucionario que ejerce frecuente mente el ateísmo marxista debe ser claramente denunciado porque: 1) retrae a muchos cristianos del compromiso o al menos de la adhesión a los organizaciones del movimiento obrero; 2) le da a la clase domi nante un argumento fácil para desacreditar a los ojos de los creyentes los proyectos revolucionarios; 3) constituye un factor de división y, por tanto, de debilitamiento de la clase obrera y del conjunto del movi miento revolucionario; 4) contribuye a transferir el debate de la esfera política a la esfera religiosa. También el marxismo debe secularizarse. Una teoría de la revolu ción debe afirmar su autonomía no sólo respecto a la religión sino respecto al ateísmo: «Sólo un marxismo secularizado que supere las discriminaciones religiosas puede presentarse hoy como la teoría de un partido revolucionario» 151. El frente de lucha de los cristianos revolucionarios es específicamen te ideológico e ideológico-religioso. Como ideológico corresponde a todos los revolucionarios pero por ser ideología religiosa incumbre espe cialmente a los cristianos. La lucha ideológico-religiosa cobra así su auténtico sentido: «se verá más claramente que no se trata de una guerra de religión dirigida contra la Iglesia por el materialismo ateo, sino de una batalla política contra una determinada instrumentalización de la religión; se verá que su objetivo no es disolver la fe, sino libe rarla de sus compromisos y hacerle encontrar la incandescencia de sus orígenes» 152. La opción de los cristianos por el socialismo expresa no una deserción sino una fidelidad más profunda. Sólo si es así esta opción será movilizadora. V . R e l ig ió n y r e v o lu c ió n En los capítulos anteriores han ido apareciendo diversos elementos que ponen en relación a la religión con la revolución tanto desde el ángulo marxista (capítulo III) como desde el ángulo cristiano (capí tulo IV). En este capítulo intentaremos organizar esos elementos y complementarlos con otros para tener una idea un poco más clara de 151. Id., o . c ., 47. 152. G . G irardi , Cristianos por el socialismo, Barcelona 1977, 86-87.
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