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164 ALFONSO GUERRERO Estrategia La propuesta marxista está cen- El cristiano se opone a esto en trada en la lucha de clases, inclu- nombre de las exigencias del yendo el recurso a la violencia amor, del respeto a la persona, y la dictadura del proletariado que imponen una búsqueda del como una transición necesaria. cambio a través de la colabora­ ción entre las clases y excluyen el recurso a la violencia y a la dictadura. Plano filosófico En el plano moral el marxismo se orienta en el sentido de supe­ ración de toda moral o en el de la elaboración de una moral revo­ lucionaria, que asuma como cri­ terio de valor las exigencias de la lucha de clases. El marxismo antihumanista su­ bordinando al hombre a las con­ diciones objetivas (naturaleza, so­ ciedad, estructura o economía) priva al hombre de su libertad. El marxismo niega la espirituali­ dad del hombre. Problema La búsqueda marxiana de la ma­ durez no concluye tanto en la ne­ gación de Dios como en la supe­ ración del problema religioso, cu­ yo carácter derivado pone de re­ lieve. Puesto que el verdadero sentido de la aspiración religiosa Esto parece incompatible con la moral cristiana para la que las exigencias de la revolución tie­ nen que subordinarse a las de la naturaleza humana y a las del Evangelio. El presupuesto esencial del cris­ tianismo es la libertad del hom­ bre. Para el cristiano esa espirituali­ dad es la condición necesaria de su originalidad e inmortalidad. religioso Esto es inadmisible para el teís­ mo cristiano.

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