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MARX Y JESUS 149 necesidades toda la vida consolándoles con la esperanza de recibir la recompensa en el cielo... La religión es una especie de aguardiente espiritual de mala calidad, en el que los esclavos del capital ahogan su figura humana y hunden sus reivindicaciones de una vida digna del hombre» 108. Rosa Luxemburg aludirá a la identidad de las exigencias del cris­ tianismo primitivo y del socialismo moderno calificando de parado)al que el clero condene al movimiento obrero: «Los socialdemócratas aspi­ ran a terminar con el dominio que ejercen los ricos desolladores y explotadores sobre el pobre pueblo obrero. Los ministros de la Iglesia cristiana deberían ser los primeros —o al menos esto debiera pensarse— en apoyar a los socialdemócratas y en tenderles una mano, ya que la doctrina de Cristo, del que los sacerdotes son ministros, enseña que no entrará un rico en el reino antes que pase un camello por el ojo de una aguja» 109. La posición del marxismo respecto a la religión no es, por tanto, monolítica. La posición de Engels es más rígida que la del mismo Marx. La de Rosa Luxemburg menos agresiva que la de Lenín. Esta diversidad de posiciones ante la religión deriva de la existencia de di­ versas tendencias dentro del marxismo. Todas las tendencias se oponen a una religión ocultadora y justificadora de la opresión. Pero —pregunta decisiva— ¿toda religión es necesariamente alienante? ¿Qué significa que la religión es el opio del pueblo? ¿Ese es es una afirmación meta­ física y, por ende, necesaria, eterna e inmutable o más bien una afirma­ ción histórica, esto es, contingente, temporal y mutable? Assmann y Matte clasifican a los críticos marxistas de la religión en tres grupos: 1) los leninistas; 2) los prácticos heterodoxos (Rosa Luxemburg, Togliatti); 3) los teóricos críticos (Pannekoek, Korch, Gramsci, Lukács, Jaurés, Sorel) no. He aquí una serie de interrogantes que requieren respuestas: ¿pue­ de plantearse hoy el problema religioso del mismo modo que se lo plantearon Marx y los pensadores marxistas posteriores? ¿Cómo ha planteado la cuestión religiosa un cierto marxismo mecanicista y deter- 108. Cit. por Iring F etscher en Los marxistasy la causa de Jesús, 14. 109. Id., o.c., 18, nota 14. 110. Cf. La excelente Introducción de Assmann y Mate a Sobre Religión II, Salamanca 1975. Esta obra contiene una selección de textos sobre religión de autores posteriores a Marx y a Engels. Hubiera sido interesante hacer una historia de la crítica marxista de la religión pero tal intento rebasa los límites de nuestro trabajo.

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