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148 ALFONSO GUERRERO liza? ¿Es posible el replanteo de la crítica religiosa desde dentro del marxismo? 1. Del anatema al diálogo Los pensadores posteriores a Marx continúan en lo fundamental la crítica marxiana de la religión. Algunos inclusive la radicalizaron aún más. Tal es el caso de Engels en quien se constata la tendencia a una interpretación metafísica del pensamiento marxiano en general y de la religión en particular. Como han dicho Assmann y Matte «Engels 'endu­ rece’ la posición de Marx en un sentido que, si bien no es ajeno a Marx, no domina sin embargo. Engels, en efecto, tiende, por un lado, a hacer del marxismo una visión metafísica de la historia e insiste, por otro, en el aspecto técnico-científico como manera de lograrlo. Engels rompe la unidad marxiana entre teoría y praxis, independizando el proceso del conocimiento de la praxis revolucionaria. La religión es considerada como una teoría que se opone a la teoría marxista de una manera directa. La lucha no se sitúa a nivel de presupuesto histórico sino de la confrontación polémica de teoría a teoría» 106. Cabe anotar como hecho que llama poderosamente la atención que ya los primeros marxistas detectaron puntos comunes entre cristianis­ mo y movimiento revolucionario. Engels, por ejemplo, se refiere a estas semejanzas en su trabajo Sobre la historia del cristianismo primi­ tivo (1894). Como la clase obrera, el cristianismo fue en sus orígenes un movimiento de oprimidos. El cristianismo hace su aparición en la historia como la religión de los esclavos y de los libertos, de los pobres despojados de todos sus derechos, de los pueblos subyugados y disper­ sados por Roma. Cristianismo y socialismoanuncian laproximidad de superar la esclavitud y la miseria. Ambossonperseguidos y acosados 107. La diferencia fundamental estriba —según Engels— en que el cristia­ nismo predica una salvación en el más allá y el marxismo la predica en el más acá. Lenín es mucho más agresivo que Marx al criticar la religión. Para él la religión es infame y pestilente. Todo coqueteo con Dios es la infa­ mia más incalificable y la peste más repulsiva: «La religión enseña resignación y paciencia en la vida terrenal a quienes trabajan y pasan 106. Cf. Introducción a Sobre la Religión, 31. 107. Cf. Sobre la Religión, 403.

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