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134 ALFONSO GUERRERO Marx reprochará a Feuerbach su escaso interés por la política. Las T esis sob re Feuerbach serán un resumen de su toma de posición frente a la filosofía feuerbachiana. En la tesis VII le critica su concep­ ción abstracta e individualista del hombre y, consecuentemente, de la religión. Para Marx el hombre es el conjunto de sus relaciones sociales y la religión un producto so cia l64. La religión ocupa un lugar social y ejerce una función política. Una religión asocial o apolítica sólo existe en la imaginación. La religión juega un papel político quiéranlo o no, sépanlo o no sus actores. Y este papel es específicamente encubridor: «la miseria religiosa es, por una parte, la expresión de la miseria real y, por la otra, la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, así como el espíritu de una situa­ ción carente de espíritu. Es el opio del pueblo» 65. Gramsci remonta el origen literario de la expresión «opio del pueblo» a Balzac quien en La Rebouilleuse afirma que la lotería es «el opio de la miseria. Probablemente Marx recuperó el análisis de la lotería aplicándolo a la religión66. 2.2.1. La religión como forma de conciencia social Marx está efectuando el paso de la crítica de la religión a la crítica de la realidad alienante que produce la religión, de la crítica del más allá de la verdad a la verdad del más acá, de las formas santas a las formas no santas de enajenación: «La tarea de la historia consiste, pues, una vez que ha desaparecido el más allá de la verdad, en averi­ guar la verdad del más acá. Y la tarea inmediata de la filosofía, que se encuentra al servicio de la historia, consiste —una vez que se ha des­ enmascarado la forma de santidad de la autoenajenación humana— en desenmascarar la autoenajenación en sus formas no santas. De tal modo la crítica del cielo se convierte en crítica de la tierra, la crítica de la religión en la crítica del derecho y la crítica de la teología en la crítica de la política» 67. En el prólogo a la Contribución a la crítica de la economía polí­ tica (1859) Marx resume suscintamente el resultado general a que llegó 64. Cf. el capítulo I, 16-17. 65. K. M a rx , o . c ., 94. 66. Cf. H. P o r t e l l i , o. c., 27-28. 67. K. M a rx , o . c ., 94.

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