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CULTURA POPULAR Y PROYECTO DE. 93 ción histórica. Es en este ámbito donde se expresa lo genuino de la cultura popular, aparece ésta como diferente de la cultura de masas —que más adelante estudiaremos con detenimiento— . «No vamos a creer que el pueblo se 'traga’ tan fácilmente la pro­ paganda y la televisión y todo. Se lo traga en parte; pero, en parte también, crea anticuerpos, antídotos (...)• Por ello las revoluciones auténticamente populares asumen la simbología de la cultura popular» 37. La cultura popular latinoamericana comienza a gestarse en el si­ glo xvi como contrapuesta a la cultura imperial, invasora, y, posterior­ mente, a la cultura oligárquica ilustrada, que dentro de las naciones va a ejercer un dominio, reflejo del de la metrópoli. Continúa hasta nuestros días —la cultura popular— y está siempre en actitud crea­ tiva, resistente y contestataria. 4.2. Populismo 4.2.1. Contexto histórico Como clase diferente del conservadurismo terrateniente-exportador y del liberalismo capitalista-importador, surge, en las crisis de posguerra (primera y segunda), la burguesía nacional independiente, industrial, urbana, que va generando sus propios centros de dominación. Es en este contexto que nacen las corrientes nacionalistas que, identificando pueblo con nación, «reaccionan contra la penetración masiva del capital norteamericano (imperialismo del dólar)»38, situándose en una exterio­ ridad geopolítica con respecto al centro de dominación internacional, ubicado en el «hemisferio norte capitalista (...); en él se encuentra el poder político mundial» 39. Empatando con las revueltas coloniales aparecen «movimientos como la revolución mexicana (1910). A los Pancho Villa y Emiliano Zapata suceden los Madero, los Obregón, Calles, para con Lázaro Cárdenas (1934-1940) alcanzar su máxima popularidad, y en 1945 terminar por caer bajo una velada, pero férrea dependencia norteamericana» 40. 37. Ibid. 38. H ilgem an n -K in d er, o . c ., II, 193. 39. E. D u sse l , Filosofía Etica Latinoamericana IV, 67. 40. Ibid.