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CULTURA POPULAR Y PROYECTO DE. 91 Dussel dice más adelante: Se entiende por pueblo a las clases oprimidas. Las clases geopolíticamente oprimidas en las naciones periféricas son las clases campesinas (...) Es la espacialidad periférica nacional ne­ gada desde la centralidad de las capitales o regiones privilegia­ das, en los mismos países dependientes. Pero pueblo, además de los campesinos, es también (...) la naciente clase trabajadora u obrera, que surge lentamente en las industrias medias de sustitución de importaciones. En las naciones periféricas hay entonces clases dominantes (...), sectores intermedios y clases oprimidas, el pueblo propia­ mente dicho (campesinado, proletariado; y grupos marginales: trabajadores estacionales, recolectores, sirvientes domésticos, mendigos...). La nación periférica como totalidad no es pueblo sino que lo es por sus clases oprimidas33. En este último sentido, pueblo es una categoría más crítica que cuando se toma exclusivamente como nación; permite desenmascarar las contradicciones sociales que existen en el interior de los mismos países dependientes. Es más rica que la categoría de clase social, por­ que, sin renunciar a la dimensión socio-conflictiva hace relación a un aspecto novedoso: la creatividad cultural. El pueblo crea, aunque muchas veces, de manera disfrazada. A partir del movimiento ibérico de dominio y opresión, ejercido con mati­ ces especiales en América Latina (siglos x v i al xix), se gesta un núcleo clandestino creador: en los templos de la época colonial mejicana, por ejemplo, se encuentran decoraciones simbólicas propias de la cultura azteca, que los autores hacían aparecer ante los misioneros como meros adornos de las imágenes religiosas. El pueblo —clases oprimidas dentro de la nación colonizada— repensaba y recreaba los elementos culturales que le presentaban los invasores extranjeros. El pueblo oprimido se convierte en un núcleo creador de cultura, resistente y contestatario. Son los miembros de ese pueblo los únicos que saben quiénes son, porque son auténticos y originales. Esto explica los centenares de rebeliones que, ahora, se están rescatando para nuestra 33 . Ibid., 89 - 90 .

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