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LA FORMACION Y LA RENOVACION DE LA ORDEN 69 Lo mismo que en Mattli, la postura de la Orden quiere ser un aporte crítico a la Iglesia. Nuestra pasividad o mal entendida obediencia puede prolongar indefinidamente situaciones injustas para el pueblo de Dios. Por decirlo en lenguaje sociológico, si no protestamos, si no hace­ mos huelga, la vida seguirá igual. Si hablamos de la clericalización de la Orden, estamos diciendo también que la Iglesia está excesivamente clericalizada. Copio de un artículo reciente de un teólogo no franciscano: «Uno de los viejos resa­ bios eclesiásticos es la clericalización. Se inventan nuevos ministerios para que hagan lo mismo que hace el sacerdote y lleguen a donde éste no puede llegar. Son dispositivos de emergencia en una situación donde el clero es insuficiente; pero en ningún momento se los considera como poseedores de una función cualitativamente distinta, y por tanto nece­ sarios aunque Venezuela (el autor escribe para Venezuela) tuviera tantos sacerdotes como funcionarios del gobierno» (E. O r t iz , Nuevos minis­ terios en una nueva Iglesia, en Sic 1981, septiembre-octubre, 350). La Iglesia puede crear nuevos ministerios y no centralizar todo en el sacerdote. Porque lo sacerdotal reside en el pueblo de Dios. Es injusto acaparar todos los poderes en el sacerdote y dejar al pueblo que se muera de hambre. Hay que repartir corresponsabilidades en todo el pueblo. Crear comunidades de base, y que cada comunidad organice sus ritos, «la celebración de la Cena del Señor, tal vez al estilo de Francisco que además de celebrar el pesebre y los misterios de la Pasión, algunas veces celebraba con los discípulos la Cena del Señor. Y Francisco no era más que diácono» (B o f f , Edesiogénesis, San­ tander 1979, 105). En el Consejo Plenario hablaron también representantes de los Conventuales y de los Observantes, y todos presentaron la misma pro­ blemática de una excesiva clericalización. Para la historia de todo este proceso de clericalización, recomiendo el artículo de Jorge D a n ie l á n , ¿Clérigos o hermanos? Clérigos y her­ manos, en Cuadernos Franciscanos de Renovación 1981, 123-133, que termina diciendo: «Abrigo una firme esperanza en que el IV CPO a celebrarse este año sobre la formación inicial y permanente arroje nueva luz y sea un fuerte estímulo hacia el proceso de una justa y equilibrada desclericalización de la Orden». En la misma revista, Bernardino L e e r s escribe lamentando en algu­ nos una resistencia a la formación de nuestros candidatos en medios humildes, pretendiendo de nuevo el aislamiento del ambiente social en

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