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APORTACION CIENTIFICA DE LOS CAPUCHINOS. 55 Muchas obras y sucesos, que dan testimonio de la presencia fructí­ fera de los capuchinos en Venezuela, han podido olvidársenos a la hora de hacer un rápido recuento de su presencia en este país. Creemos que lo reseñado es suficiente para hablar con claridad sobre el papel que históricamente han desempeñado los miembros de esta Orden en un país que en gran parte se ha ido configurando con las pisadas de las sandalias del capuchino, como muy bien dijera un conocido escritor nacional. Sin embargo, quisiéramos decir una palabra final, no con el ánimo de ofender o molestar, sino con el sincero deseo de animar a todos los que en la actualidad siguen trabajando como capuchinos en Venezuela. Nadie niega que nuestra historia en el pasado ha sido gloriosa. Los religiosos de siglos y décadas anteriores supieron hacer resaltar su caris- ma peculiar, convirtiéndose por esencia en los religiosos del pueblo. Con una sencillez extrema y con un espíritu de sacrificio no bien inter­ pretado desde nuestros días, lograron recorrer todo el territorio nacio­ nal, haciéndose querer y dando a conocer el Evangelio. Al mismo tiempo, estuvieron presentes en todos los movimientos culturales, artís­ ticos y teológicos de su entorno. El gran reto que se les plantea a los capuchinos actuales, reunifi- cados al fin en una misma jurisdicción, es el de poner a prueba su carisma peculiar de franciscanos y de misioneros. Es indiscutible que muchos capuchinos, a nivel personal, se destacan en diversos campos del quehacer pastoral. Pero es imprescindible que la Orden como tal asuma un papel propio y coordinado en una Venezuela llena de crisis, pero también de esperanzas. Y para lograr este cometido se necesita con cierta urgencia una sincera revisión de vida, de actividades y de actitudes, así como una planificación y selección de opciones prioritarias. No se puede uno dormir sobre la historia, sino aprender de ella para progresar, aun en el modo y la forma de anunciar la Buena Nueva. Manuel D ía z A l v a r e z