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54 MANUEL DIAZ ALVAREZ En el Consejo Plenario de la Orden, celebrado en Quito, a me­ diados de la década del sesenta, participó muy activimaente el P. An­ tonio Alonso. En el que se celebró en Roma y que es el cuarto y último de los celebrados hasta el presente, participó como delegado el P. Carlos Ba- zarra. En 1979 se celebró la primera ALAC (Asambleas Latinoamericanas de Capuchinos). En la junta organizadora estuvo representando a Vene­ zuela el P. Carlos Bazarra. Allí tuvo una interesante ponencia titulada Incidencia de la cultura en la formación, que fue posteriormente publi­ cada en varias revistas. Esta asamblea tuvo lugar en Nova Veneza (Cam­ piñas-Brasil). En la segunda ALAC los capuchinos de Venezuela tuvieron una mayor participación. Sobre ellos recayó prácticamente la organización de la misma. Se llevó a cabo en La Caro (Bogotá), en 1982. Estuvieron presentes los PP. Carlos Bazarra, Alfonso Guerrero y Adrián Setién. El P. Bazarra desempeñó el cargo de secretario general e intervino acer­ tadamente con su conferencia Formación y renovación d e la Orden. En el Instituto Nacional de Pastoral, además del P. Antonio Alonso, su fundador, han dado clases otros religiosos capuchinos, entre ellps el P. Manuel Díaz. El P. Carlos Bazarra da clases también en el CER (Centro de Es­ tudios Religiosos), especialmente creado para las religiosas y donde se conceden títulos académicos en distintas disciplinas teológicas y pas­ torales. En el ITER (Instituto Teológico de Estudios Religiosos), creado hace unos años por las distintas órdenes y congregaciones religiosas existentes en Venezuela, han participado desde un principio como direc­ tivos y profesores algunos religiosos capuchinos, entre ellos los Padres Carlos Bazarra y Adrián Setién. Durante los dos primeros años de su funcionamiento ocupó la planta baja de la residencia de los capuchinos de La Florida. El P. Carlos Bazarra da clases de teología y espiritualidad también en el noviciado intercongregacional de religiosas, donde es apreciado por su dimensión humana y por su competencia teológica.

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