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24 ADRIAN SETIEN estructuras. Por lo demás, diversos factores influyen para que estos cambios se aceleren o se retrasen. Es la suerte de los de abajo: ellos pocas veces deciden y siempre sufren las consecuencias. De todas formas, el panorama necesariamente no permanece invariable. Quizá ahora las cosas sean más incómodas porque los factores que determinan las cir­ cunstancias son mucho más variados y las exigencias siempre son más acentuadas. Van naciendo, tímidamente al principio, consolidándose después, experiencias nuevas, más adecuadas, enriquecidas con el pro­ greso de la ciencia y de la pastoral. De esta forma se entra en la recta final del último decenio del siglo de permanencia en Venezuela de los capuchinos castellanos. La tercera venida de los capuchinos a Venezuela. Ahora, las esperanzas están en las generaciones del relevo que, por fin, no vendrán de fuera, sino que nacerán de esta tierra y de estos pueblos, regados con sangre, sudor y esfuerzo en aras de un servicio de Hermanos Menores para sus hermanos los menores de la sociedad venezolana en un intento de crear una sociedad verdaderamente cristiana porque será una sociedad justa. Adrián S e t ié n

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