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438 JUAN JO SE HERNANDEZ ALONSO buido su martirio a su propia decisión, lo hubiera convertido en un asesinato, en un pecado de soberbia. Toda acción humana y todo su­ frimiento están bajo el radio de acción de la rueda; únicamente Dios está fuera de ella. Por consiguiente, sólo mediante la destrucción de la propia voluntad podrá Becket evitar el pecado del orgullo y no con­ vertir el martirio en un acto pecaminoso. El mártir ni hará ni sufrirá porque Dios actuará por él y le dará fuerzas para consentir. En este sentido, como dice Becket en el sermón: «Un martirio cristiano no es nunca un accidente, pues no se hacen los santos por accidentes. Menos aún un martirio cristiano es efecto de la voluntad del hombre que quiere convertirse en santo, como podría suceder con quien deseara llegar a gobernar el mundo. Un martirio depende siempre de la volun­ tad de Dios... No es nunca designio del hombre. Porque el verdadero mártir es aquel que ha llegado a ser instrumento de Dios, y nada desea ya para sí mismo, ni siquiera la gloria del martirio». El tema de «la acción y el sufrimiento» nos revela, una vez más, en su ambigüedad, el cambio que se produce en el interior de Becket, fundamental en esta obra dramática. 2. Sobre el martirio El pensamiento de T. S. Eliot sobre el martirio es prácticamente coincidente con las afirmaciones que hemos hecho anteriormente sobre la acción y el sufrimiento. N. Coghill, en su introducción a Murder in the Cathedral, afirma que Eliot ha expresado el mismo pensamiento sobre el sufrimiento hacia el final del sermón de Becket, donde se inter­ preta el sentido del martirio 3. Si dedicamos unas sencillas considera­ ciones a este tema es debido fundamentalmente a esta razón: a la im­ portancia que, en sí, tiene el martirio, para un entendimiento adecuado de la obra Murder in the Cathedral, de la que, de hecho, constituye el tema central. La temática de Asesinato en la Catedral se relaciona, de alguna ma­ nera, con h situación política, a la que aluden varios pasajes del drama, entre los que podemos contar los de los sacerdotes o los de los caba­ lleros. La conflictividad entre los poderes del espíritu y los seculares, las relaciones entre la Iglesia y el Estado, son ostensibles en la obra, 3. N. C oghill , Murder in the Cathedral by T. S. Eliot. With an introduction and notes by N. Coghill, London 1975, 18.

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