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PRELATURA PERSONAL DEL OPUS DEI 415 Diócesis, dependiendo de su Obispo en todo lo que dependen los de­ más sacerdotes diocesanos. Entonces ¿qué relación tiene el sacerdote diocesano con la Prela­ tura? La misma que la Sociedad Sacerdotal a la que pertenece: su unión inseparable. Y ¿qué relación guarda el sacerdote diocesano con la Asociación? La que se deduce de su compromiso asociativo en los términos en que lo aconseja el Decreto Presbyterorum ordinis, n. 8, y que ha quedado recogido en el nuevo Código como un derecho reco­ nocido a los clérigos seculares. Así lo establece el canon 278 cuando afirma: «Los clérigos seculares tienen derecho a asociarse con otros para lograr fines apropiados al estado clerical». «Los clérigos seculares tengan en gran estima especialmente aquellas asociaciones que, con estatutos reconocidos por la autoridad competente, por una ordenación apta y convenientemente aprobada de la vida y por la ayuda fraterna, fomentan la propia santidad en el ejercicio del ministe­ rio, a la vez que favorecen la unión de los clérigos entre sí y con el pro­ pio Ordinario». Una de esas asociaciones a que se refiere el Código de Derecho canónico es precisamente la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Sobre ella se manifiesta su ctual Presidente General, Mons. del Por­ tillo, con las siguientes palabras: «...el Concilio Vaticano II, en el Decreto sobre los presbíteros, alaba y estimula las asociaciones dirigidas a fomentar la santidad de los sacerdo­ tes, en el ejercicio de su propio ministerio. Este es el fin de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, que proporciona a sus socios la oportuna aten­ ción espiritual y ascética: que no sólo deja intacta, sino que refuerza la obediencia canónica que estos sacerdotes deben a su propio Obispo. No hay, pues, ningún problema de doble obediencia que pueda crear conflic­ tos: y no existe este problema, por la sencilla razón de que, con la nueva fórmula que ha ofrecido la erección del Opus Dei en Prelatura, esos sacer­ dotes no tienen doble superior —el propio Obispo y un superior interno del Opus Dei— sino uno sólo: cada uno su Obispo» ('Entrevista... cit.). 6. Conclusión: fermento de unidad El día 2 de octubre de 1928, Dios Nuestro Señor sembró en su Iglesia, a través de Mons. Escrivá de Balaguer, una semilla de unidad

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