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PRELATURA PERSONAL DEL OPUS DEI 413 gozan de la misma libertad que los demás católicos, conciudadanos suyos; por tanto, la Prelatura no hace suyas las actividades profesionales, socia­ les, políticas, económicas, etc., de ninguno de sus miembros» (Declara­ ción... cit.). Si han de procurar tratar las realidades temporales con espíritu cristiano, ello está exigido por el bautismo y la confirmación, como a cualquier otro cristiano, y por ningún otro título más; por tanto, no son en absoluto «personas consagradas» por su vinculación a un Ins­ tituto de vida consagrada, que procuran santificar el mundo desde den­ tro, sino ciudadanos cristianos que en su actuar político, profesional, social, familiar, económico, etc., reflejan la impronta de la configura­ ción con Cristo en el bautismo y en la confirmación. Como fieles corrien­ tes, están vinculados al Ordinario del lugar de la Diótesis a que perte­ necen, en aquel ámbito de su vida eclesial que el Derecho determina respecto a los simples fieles en general. Ahora bien, existe una zona de la vida cristiana personal —en el plano ascético, espiritual y apostólico— que el Derecho respeta, fun­ dado en la doctrina del Concilio Vaticano II (cf. Lumen gentium, 10; Apostolicam actuositatem, 2 ss.; etc.) reconociendo a los fieles su ca­ rácter de derecho fundamental, la autonomía para buscar su formación personal y ejercicio del apostolado. Es esta zona de autonomía la que los laicos depositan en la Prelatura quedando «bajo la jurisdicción del Prelado en lo que se refiere al cumplimiento de los compromisos pecu­ liares — ascéticos, formativos y apostólicos— que asumen libremente por medio del vínculo de dedicación al fin propio de la Prelatura» (D e c l a r a c i ó n cit.). El «vínculo de dedicación» a que se refiere la Declaración es fruto de un contrato que el laico realiza con la Prelatura, por la que ésta queda comprometida a ofrecerle medios suficientes para su formación ascética, espiritual y apostólica, y para el ejercicio de la misma según la espiritualidad propia de la Obra. Es ésa —nada más y nada menos que ésa— la vinculación del laico con la Prelatura personal del Opus Dei. «Todos los miembros del Opus Dei, solía decir Mons. Escrivá de Balaguer, tienen alma sacerdotal y mentalidad laical». Como afirma la Declaración citada de la Sagrada Congregación —precepto que que­ da expresamente recogido en los Estatutos o Códigos de Derecho par­ ticular del Opus Dei— «el clero de la Prelatura, que está incardinado 6

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