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EL CENTRO DEL PADRE NUESTRO 405 Hechas éstas reflexiones sobre el Padre nuestro, surge con natu*. ralidad y fuerza la idea de que, ya muy tempranamente, tenían a mano la clave de inteligencia aquí propuesta: Principio - Medio - Fin. Por lo demás, el que con la petición del pan se aluda a la eucaristía está am pliamente testificado en los Padres de la Iglesia. Teniendo en cuenta él cómputo de números que hemos propuesto, resulta extraño que la mencionada interpretación eucarística no se hiciera común en la Iglesia. Esta observación confirma nuestra convicción de que la extraña pala bra 'epiousios’ ha sido empleada con intención. Más aun, que tal vez haya sido acuñada para este cafo. Su doble significado ha sido buscado desde el prihcipio. ¿Por qué? Podría pensarse en la disciplina del arcano del primitivo cristia nismo. En el mismo sermón de la Montaña advierte Jesús: «no deis lo santo a los perros, ni arrojéis vuestras perlas ante los puercos, no sea que las pisoteen y luego se vuelvan contra vosotros y os despe dacen» (Mt 7, 6). ¿Qué es lo que habría que guardar con tanto cui dado sino a Jesús en el sacramento del altar? Los cristianos sabían que era el Señor; los paganos pensaban que era pan. Si es que no dabaft crédito al rumor que entre ellos circulaba: «estos cristianos comen carne humana en sus orgías» 5. Pero hay todavía ulteriores aclaraciones que permiten percibir me jor el misterio del Padre nuestro. Cuando se trata de ponderar valores superiores, prioridad de necesidades, importa recordar el dicho de Jesús a Marta de Betania: «sólo una cosa es necesaria (oír al Señor). María tu hermana ha escogido esta mejor parte, que no le será arrebatada» (Le 10, 42). Parece, pues, inevitable, aceptar lá expresión de un manuscrito sirio referida a esta cuarta petición del Padre nuestro e interpretarla sica de Viena y en el Hans-Kayser-Institut, me propone, en una carta, dividir así los tres grupos: I: (3.3) + (3.3) + 1 (1 corresponde al primer 'hos’ = como). II: (3.3) + 1 4 - (3.3) (1 sería el «epiousios» = sobreesencial). III: 1 + (3.3) + (3.3) (1 seria el segundo 'hos* = como). Desde el punto de vista armónico la interpretación del Dr. Werner es, sin duda, la más elegante. Pero, en la forma de contar de un cristiano primitivo v del maestro del lenguaje que realizó la versión griega del Padrenuestro, no sabría yo decir cuál es lo más acertado. 5. Recordamos aquí la secuencia «Lauda Sion» de Tomás de Aquino; que dice: «Este es pan de los ángeles / hecho comida de viadores / verdadero pan de hijos / que no ha de arrojarse a los perros».
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