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404 ERHARD-WOLFRAM PLATZECK dan el mensaje de los ángeles en Nochebuena: el cumplimiento de la voluntad de Dios para su gloria y el perdón divino y humano para la perfecta paz en la tierra. ¿Es que las ocho bienaventuranzas del sermón de la Montaña no se apoyan, en última instancia, en estos dos pilares del cristianismo? ¿Es que habría de ser mera casualidad esta doble ármónica colo­ cación del doble «como» en el Padre nuestro'? ¿Podría explicar un crítico escéptico por qué en el Padre nuestro según Mateo una vez se dice «en los cielos», con artículo, mientras que otra vez se dice «en cielo», sin artículo? Habría que explicar, además,..por qué en la cuarta petición se pone dos veces el «nosotros» «nos»; y se habla de «nuestro pan» (literalmente 'el pan de nosotros’) en genitivo posesivo, cuando nosotros decimos sencillamente nuestro pan. Y todavía más, por qué entre algunas peticiones se coloca cuatro veces la conjunción «y» (griego 'ka^) y otras veces van sin ninguna conjunción. Desde mi pun­ to de vista, resulta sencillo explicar esta diferencia: es a todas luces claro que se quiso distribuir las palabras según un orden y número premeditado: 1) En dos grupos de 28 palabras cada uno, entre los oíales (como medio inevitable) aparece el extraña término «epiousios». 2) En tres grupos de 19 palabras. El primero constituye el círculo del Padre, el cielo; el segundo el del Mediador, la tierra uñidá a Jesu­ cristo por el perdón de los pecados y por el cumplimiento de la volun­ tad de Dios en la tierra (como los ángeles la cumplen:en el cielo). El tercer círculo atiende a conjurar el mal3. Subrayemos el hecho de que los números indicados tienen un claro sentido simbólico, aunque este modo de pensar de los antiguos nos resulte extraño a nosotros. La misma agrupación resalta ya el sentido simbólico de los números 1, 2, 3. En el número 28 se encierra cuatro veces el sagrado número siete. El 19 nos hace pensar en las 10 tablas de la ley y en el tres veces «santo» de los ángeles y de todos los seres consagrados a la alabanza de Dios4. 3. También cabría mencionar, siquiera sea de paso, que el Padre nuestro mismo se encuentra casi en medio del sermón de la Montaña. . 4. Esta división del número 19 se apoya en un texto de san Agustín en su comentario a san Juan 21, 11. El número 153 de peces capturados en el lago de Genesaret después de la resurrección de Cristo lo divide así: «(3.3). 17». Y el número 17 en «10 + 7»; que recordarían los diez mandamientos de Dios y a los siete sacramentos de la Iglesia. Sin embargo, el Dr. Wernér Schutee, docente en la Escuela Superior de Mú-

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