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232 JOSE LUIS LARRABE Si es el padrino o la comunidad quienes responden de la fe del niño, entonces también hay que tomar en serio lo que se promete: hay que estar a su lado, con el testimonio y la palabra, para que al ser mayor cumpla las renuncias prometidas y viva la fe que se ha profesado en esa celebración de fe bautismal. «Del padrino se exige que sea diligente acerca de aquél por el cual ha salido fiador (de su educación en la fe)» 15°. Antes del bautismo, es decir, con anterioridad a su celebración, debe preceder el catecismo, dice San Buenaventura, para que unos y otros sepan y recuerden, una y otra vez, a quién per­ tenecen y qué rupturas trae consigo el bautismo para todos. Por parte de los que toman en brazos al niño, se requiere fidelidad en la res­ ponsabilidad asumida, libremente y públicamente profesada 151. Tiene que ser un diálogo verdadero, auténtico y serio el que se da entre las preguntas del bautizante y los allí presentes: sea el bautizando adulto (en cuyo caso no hay sustitución en las respuestas de fe, que deben ser personales), sea la pequeña comunidad creyente de padres, padrinos y comunidad eclesial, pequeña o grande, allí presente 152. Ulteriores determinaciones sobre la ffintención de hacer lo que hace la Iglesia” En primer lugar está la afirmación de que dicha intención es nece­ saria para la validez del sacramento, de éste y de todos los demás: «en todo sacramento es necesaria la intención», dice al respecto San Buena­ ventura 153. Como aval, acude a autores y demostraciones precedentes: «los sacramentos han sido instituidos para que se lleven a cabo razo­ nablemente y según la institución»: «y por eso, se añade a renglón seguido, si no hay intención, no hay sacramento»; no pues, que se lleven a efecto los sacramentos desordenadamente, tumultuosamente, sin orden ni concierto y sin seriedad en la intención, va explicando a continuación citando autores precedentes: «mira, pues, y considera 150. Ibid.\ «exigitur a patrino ut sit diligens circa eum pro quo spopondit, solicitado»; que a su debido tiempo el bautizado sepa a quién pertenece: «sciat cui debitor fíat deinceps». 151. Ibid. 152. Ibid.: «veritatem quantum ad baptizantis interrogationem, vel baptizandi, si adultas est, vel patrini, si parvulus est, responsionem». 153. Dist. VI, pars II, q. I conclusio: «Respondeo dicendum quod in omni sacramento necessaria est intentio. Ratio autem huius est,. quia sacramentum non habet esse suum a natura, sed ab institutione» (de ahí la necesidad de que la intención coincida con esa institución).

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