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EL BAUTISMO, INICIACION Y CAMINO DE LA. 205 en los Evangelios para entrar en el banquete del Reino; por eso el bautismo (y los demás sacramentos) «confieren la gracia y adornan el alma» 8. Tuvo otra razón de ser, pedagógica, el bautismo de Juan como pre­ cedente al bautismo de Jesús; y es que el bautismo es difícil de creer, como lo es la eucaristía, «sacramento de gran dificultad pero también de gran eficacia» 9. Bien se puede decir, pues, que el bautismo de Juan fue sacramento de iniciación cristiana, de introducción y presentación a Cristo y de Cristo a nosotros. Siempre la presentación de Cristo nece­ sita preparación e iniciación no sea que su venida «encuentre a los hombres incapaces e impreparados» 10. Y no se diga que aquel bautismo (de Juan) nada hacía interior­ mente; de lo contrario habría que decir que tampoco la predicación del Evangelio hace algo interiormente, como si fuera algo puramente externo, pero actúa interiormente (Dios mientras leemos el Evangelio)11. También la lectura del Evangelio es de alguna manera, importan­ tísima, sacramento: parece «y se dice ser Evangelio de hombre: de Juan, de Mateo, etc., y sin embargo ante la lectura del Evangelio algo se opera dentro del hombre que no lo hace el hombre»... «solo Dios enseña interiormente» dice San Buenaventura a este respecto 12. No es, pues, San Buenaventura un sacramentalista a ultranza, en el sentido de que todo lo encomienda al sacramento «ex opere operato», despreciando, ni siquiera descuidando la lectura evangélica antes, en y después de los sacramentos; tampoco en el sentido de que dé la misma eficacia cualquiera que sea el sacerdote o el modo de administrarlos: «mejor enseña (y actúa) un buen clérigo que el malo» 13. E l bautismo cristiano San Buenaventura concede una importancia enorme a la fe en toda su teología y pastoral sacramental; lo hace sobre todo a propósito de la definición de sacramento que daba San Agustín: «viene la palabra al elemento visible y se hace sacramento; también el elemento visible 8. Lib. IV, dist. II, dub. I. 9 Ibid., dub, III. 10. Ibid.: «ne homines inhábiles essent et imparati». 11. Ibid., dub. IV. 12. Ibid.: «dicitur Evangelium hominis, ut Joannis et Mathaei, et tamen in Evangelio aliquid agitur, quod non agit homo...»; «solus Deus docet intus». 13. Ibid.: «medius enim docet bonus clericus quam malus».

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