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EL BAUTISMO, INICIACION Y CAMINO DE LA. 231 ción de los sacramentos que llevan consigo la impresión de carácter»; y la razón que daban es que también en estos sacramentos hay una especie de matrimonio espiritual e indeleble con Dios 144. Y efectiva mente a San Buenaventura le parece que en el bautismo sí se da este matrimonio espiritual indisoluble con Dios 14S. Si el carácter es sello de Dios, sólo Dios puede imprimir su sello; y éste es perpetuo, porque Diosno va a borrarlo con un sello con trario a sí mismo, cosa que nunca lo hace Dios, sigue diciendo San Buenaventura en sus consideraciones al respecto. Pero el carácter hace todo esto no sólo por su propia naturaleza, sino con la colaboración activa y coherente del sujeto que la tiene 146. Nunca se cansa San Buenaventura de insistir en la seriedad del bautismo, en la motivación verdadera para darlo a los niños, no por mero acto social, ni por obtener ventajas de orden humano; había, por lo visto, en su tiempo quienes traían al bautismo a sus niños pensando incluso en conseguir una salud corporal ventajosa para ellos; no, pues, por motivos de fe: «algunos traen los niños al bautismo no precisa mente con aquella fe de que renazcan por el Espíritu Santo a la vida eterna, sino pensando que con este remedio van a conseguir la salud temporal» 147. Y se muestra partidario de que, dada la importada, básica y fun damental de este sacramento, se celebre en las dos Pascuas más señala das del año litúrgico: la de Resurrección y la de Pentecostés 148. Pero lo verdaderamente importante es, dice, «que todos los que vienen al bautismo, deben profesar su fe y exponer a qué han venido a la Igle sia: ¿para pedir qué?». El que es adulto responde de sí y por sí, diciendo: lo que pido es la fe, es decir el sacramento de la fe y la doctrina... si es niño, otros deben responder por é l 149. 144. Ibid., q. V. 145. Ibid., q. V: «quamvis istud possit dici de baptismo, ubi est quaedam contractio matrimonii...». 146. Ibid., nn. 1, 2: «Ad illud quod quaeritur, unde hoc habeat, dicendum quod a sui conditione, subiecto concordante, non repugnante». 147. Ibid., pars II, prólogo:«quídam non ea fide párvulos ad baptismum ferunt, ut per Spiritum ad vitam regenerentur aeternam; sed eos putant hoc remedio temporalem accipere sanitatem». 148. Ibid.\ «agnoscendum est etiam in baptizandis electis dúo témpora esse servanda, id est, Pascha et Pentecostes, ut in sabbato Paschae et Pentecostes baptismi sacramentum celebretur». 149. Ibid.: «cuncti ad baptismum venientes, fidem suam profiteri debent, et exponere ad quid petendum venerint in Ecclesiam».
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