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EL BAUTISMO, INICIACION Y CAMINO DE LA. 227 La grandeza y fragilidad de esta unidad proviene del hecho de que se trata de una vida sacramental hecha por hombres y a favor de los hombres: así fue instituida por Jesucristo esta dispensación de los sacramentos: tiene su origen en Cristo hombre y ha sido instituida para ser llevada a cabo a través de hombres en favor de los hombres: lo importante es que dadores y receptores de los sacramentos, en esta dispensación del misterio de salvación, estén unidos en el amor y en la común «concelebración» 12°. Además, es buena esta interación que se da en los sacramentos: uno es «mundans» y otro «mundatus» y así sucesivamente en los demás sacramentos en una interación beneficiosa de fe y caridad: así hacen comunidad los sacramentos. Esta unidad tiene también, y sobre todo, una fundamentación cris- tológica: «porque el ministro que bautiza significa a Cristo» 121, y «por­ que uno es el que bautiza internamente, que es Cristo el Señor, del cual proviene la unidad en el sacramento del bautismo» 122. Insiste San Buenaventura en que, cuando de sacramentos se trata, hay que cuidar bien los elementos fundamentales de esta administra­ ción: la doctrina verdadera, la fe viva, la intención recta de hacer lo que hace la Iglesia; y demuestra que hay interación entre la fe y la intención: «fides, quae intentionem dirigit» 12\ ¿Cuál es la «intención» que se requiere? Cuando hablamos de «intención de hacer lo que hace la Iglesia», San Buenaventura la en­ tiende como recta «intención respecto a la obra, no (necesariamente) respecto al fin; de esta manera, añade, puede darse intención recta también sin la fe» 124. También el hereje o el que no tiene fe pueden tener esta intención de hacer lo que hace la Iglesia, aun suponiendo que quiera que eso que hace la Iglesia sea nada, aunque crea él per­ sonalmente que ningún efecto (salvífico) proviene de ese acto que rea­ liza 125. Lo importante aquí es que ponga ese acto no sólo como acto de lavatorio sin más, sino también como «un acto que se acostumbra 120. Ibid ., a. I, q. I, conclusio: «dispensatio sacramentorum per Christum hominem instituía est per homines ad salutem hominum». 121. Ibid., a. I, q. I, al final: «quia baptizans minister, Christum signat». 122. Ibid.: «unus est baptizans interius, scilicet Christus Dominus, a quo est unitas in sacramento baptismi». 123. Ibid., q. II, contra 3. 124. Ibid, conclusio: «intentio potest esse respectu operis, non respectu finis; et sic potest esse recta etiam sine fide». 125. Ibid., conclusio n. 4.

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