PS_NyG_1983v030n002p0203_02340410

EL BAUTISMO, INICIACION Y CAMINO DE LA. 217 dación sino de vida adulta y coherente de cristiano. Y no es lo mismo llegar «a la recepción del sacramento» (ad sacramenti perceptionem) que a la santificación de vida (usque ad vitae sanctificationem); lo pri­ mero puede ser común a buenos y malos; esto segundo es propio de las personas buenas y piadosas». A lo uno y a lo otro quiere llegar la vida sacramental auténtica, según teología común de San Agustín y San Buenaventura73. Y ¿el bautismo de los niños? También éste es acontecimiento de fe, y es buen bautismo pues «para la salvación del niño se requiere la virtud de la Pasión de Cristo y la fe del prójimo»74. Y añade San Buenaventura a este respecto: «pero no se requiere que sea precisa­ mente la fe de los que lo ofrecen, sino la fe de la Iglesia» 75, con lo cual no prescinde de la fe de los padres, sino que insiste una y otra vez en la importancia de ésta, siguiendo a San Agustín76. Volviendo a lo que es más característico del bautismo: «revestirnos de Cristo», San Buenaventura se detiene aquí a explicar, en qué con­ siste: «revestirse de Cristo es recibir un hábito por el cual el hombre se haga de alguna manera conforme a Cristo»; «no sólo externamente, sino internamente», añade. ¿Cómo es esa conformación interior? «Por la caridad que une y transforma a semejanza de aquél que se ama», es decir, nos hace semejantes a Cristo77. Y no de una forma incipiente solamente; San Buenaventura habla aquí de quienes así han llegado a la madurez cristiana: «estoy hablando de personas santas que tienen la caridad, y las buenas obras, y una conversación santa, habiendo reci­ bido los sacramentos y habiéndose revestido de Cristo...»; y todo esto externa e internamente («exterius et interius similiter»); quiere, pues, San Buenaventura pintar y describir la imagen privilegiada de la recep­ ción plena y fructuosa de éste y los demás sacramentos como signos —ojalá que eficaces— de la incorporación a la vida, pasión y resurrec­ ción de Jesucristo: esto es revestirse de Cristo78. 73. Dist. IV, Pars I, prólogo. 74. Ibid., expositio textus, dub. II: «Resp. dicendum quod ad salutem par- vuli requiritur virtus passionis Christi cum fide proximi». 75. Ibid.: «sed tarnen non oportet ut sit fides offerendum, sed sufficit quod sit fides Ecclesiae». 76. Jo sé Luis L arraee , En torno al bautismo de los niños, en Sal Terrae 1971, 846-853. 77. S an B uenaventura , Ibid., dub. IV. 78. Ibid., resp.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz