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El Bautismo, iniciación y camino de la madurez cristiana (Según San Buenaventura)* Introducción Ya el bautismo de Juan era de Dios: Juan fue precursor y adminis trador de dicho bautismo; eso sí, preparaba bien a los que iba a bau tizar, hablándoles del que «iba a venir» como Mesías y Salvador del mundo y moviéndolos previamente al arrepentimiento de los pecados (Mt 3, 2; Me 1, 7; Le 3, 3). Ante estas características de la predica ción y bautismo de Juan, a la pregunta que se formula San Buenaventura en torno a la procedencia y origen del bautismo de Juan, la respuesta es afirmativa: viene de Dios y a Dios lleva, teniendo como destino inmediato y meta llevar a Jesús a los que aceptan su mensaje, se arre pienten de sus pecados y se acercaban al bautismo l. Pero el bautismo instituido por Jesús supera y trasciende con mucho el de Juan sobre todo desde la «interior regeneración que concede y que proviene de Dios» hasta ahí no llega de suyo el ministerio humano, incapaz de llegar a ser ministro plenario y principal de esa regenera ción interior2. Y ¿cuál era la finalidad simbólica del bautismo del precursor? ¿por qué no se empezó directamente por el bautismo de Jesús, por el bau tismo cristiano? También el de Juan fue de alguna manera, referencial, bautismo cristiano, ya que «fue instituido», dice San Buenaventura como conclusión de este apartado, «para significar anticipadamente el bau- * Ponencia presentada en el Congreso Internacional del VIII Centenario de San Francisco de Asís, Madrid 1982. 1. S an B u en a v en t u r a , In IV Lib. Sent., art. II: de baptismo Joannis. 2. lbid.} q. 1: Utrum baptismus Joannis fuerit a Deo institutus.
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