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L a o b r a t e o ló g ic o - e s p i r i t u a l d e . 61 aportando cantidad de detalles que separan a veces de la idea funda­ mental, desarrollando cuestiones secundarias que poco o nada suponen para lo tratado, haciéndose excesivo y reiterativo en ocasiones. Defec­ to, quizás, muy específico del estamento eclesiástico y episcopal de su época y aun de la nuestra. Con todo, es justo señalar un detalle sobresaliente de los escritos sanlucareños en cuanto a su expresión. Nos referimos al carácter popu­ lista que presenta buena parte de su obra, aunque sea más bien de tipo culto. Hay en Sanlúcar una como «marca de fábrica» de signo popular, que no logra perder posteriormente bajo los pliegues del lenguaje solemne y episcopal usado a menudo. Se traslucen en él sus orígenes andaluces, en cuyo pueblo trascurrieron casi las dos terceras partes de su vida: sencillez de concepción, imaginación en los detalles, viveza en la descripción; también barroquismo de las expresiones, afectividad de sus devociones, a veces rayana en la sensiblería. Y asimismo se trasluce en su obra el franciscanismo: sencillez y populismo, gustos simples y esenciales, espiritualidad centrada en algunos elementos fun­ damentales, amor a Cristo pobre y a la Virgen en algunas advocacio­ nes (recordemos su devoción a la Virgen de los Dolores, de la Caridad y de la Soledad). Podemos decir, en definitiva, que la obra sanlucareña se expresa en un lenguaje cultista-populista, didáctico y barroco, que transparenta una base humana con cierta elegancia de espíritu y mente, espiritua­ lidad típicamente capuchina, amplia cultura teológico-eclesiástica, estilo literario bastante afín a la literatura devocional de la época, y una cierta (no mucha) adaptación al contexto gallego-compostelano en que vivió la última etapa de su vida. 4.4. Resultados Es muy difícil evaluar a casi siglo y medio de distancia el resultado concreto de la obra de Sanlúcar, máxime cuando carecemos de testi­ monios contemporáneos y los pocos posteriores de que disponemos son, a menudo, interesados o un tanto simplistas. Pero siquiera de manera global, y juzgando por los pocos datos de que disponemos, queremos hacer un juicio sobre la eficacia de los escritos sanlucareños, con todas las limitaciones que tal juicio deba ser emitido. En primer lugar hay que considerar el éxito editorial de las publica­ ciones hechas por Sanlúcar. En las diversas fichas que hemos manejado,