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600 V ic en t e M uñ iz R odríguez importantes de su existencia. Y , en Francisco, esto se observa con cla­ ridad. Su trayectoria biográfica es resultado de la constancia sin des­ mayo por mantener un conjunto de opciones fundamentales. Entre ellas destacan: elige ser caballero, antes que comerciante; prefiere la pater­ nidad divina a la puramente humana de Pedro Bernardone; toma par­ tido por la acción y la contemplación unidas frente a la soledad del eremitismo; escoge, como amor de su vida, a Cristo pobre y crucifi­ cado, en lugar de un rey terreno o de una mujer hermosa. Y , luego, muestra un tesón insobornable en la puesta en práctica de estas deci­ siones. Nada le volverá atrás. Singularmente, su entrega al Crucificado será incondicionada, definitiva y absoluta. Pero este voluntarismo de San Francisco se agranda con la dimen­ sión afectiva. Es aquí donde revela más acusadamente su personalidad. Y por la que es más conocido. «Serafín de amor» le suelen llamar sus biógrafos. Su afetcividad revela una gran riqueza de matices y senti­ mientos. Así, desde su amor a Dios, ama al universo entero con afecto diferenciado: a la naturaleza, como signo y reflejo de la Divi­ nidad; al hombre, en calidad de hijo de Dios, redimido por Cristo con su sangre; a sus religiosos, como a verdaderos hermanos. Preci­ samente, la fraternidad es una de las características más importantes de las Ordenes que funda. Pero donde su amor cobra tonos insupe­ rables es en su referencia a Cristo. De E l afirma que es «hermano», «esposo» y «madre». Es «hermano», en cuanto hace la voluntad del Padre que está en los cielos; es «esposo», en cuanto se une a E l por el Espíritu Santo; es «madre», en cuanto con su conducta da a luz a Cristo, en las almas que no le conocían 13. La personalidad de Francisco, en resumen, puede describirse como eminentemente intuitiva y práctica, predominando en ella la dimensión volitivo-afectiva sobre la puramente racional. Con mayor detalle y des­ de la psicología moderna, el profesor A. Roldán Viller ha analizado a San Francisco dentro de los esquemas tipológicos de Sheldon. Su estu­ dio confirma analíticamente las apreciaciones de los primeros biógrafos del santo 14. 13. 2 CtaF 2, 49-53. Estas ideas son ampliadas y desarrolladas por P. de A n a sa g a st i , Francisco de Asís busca al hombre, Bilbao 1964, 55-60. 14. A . R oldan V il l e r , San Francisco de Asís, y su misión en la Iglesia a la luz de la tipología, en Naturaleza y Gracia 25 (1978) 107-189.

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