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528 A dolfo G o n z á le z -M o n tes de una individualización excesiva, que unilateralizase la realidad perso­ nal 10. Marañón encontró en la herencia una de las dovelas-clave para la interpretación del arco biográfico de sus historiados. Hay un texto, recogido por Laín Entraigo en la presentación que hace de la obra médica de Marañón, que puede darnos mucha luz para comprender exactamente el papel que nuestro médico atribuyó a los factores constitucionales, así como el proceso que siguió en su valoración hasta afirmar su posición. «Yo no he tenido, en toda su transcendencia, idea del valor del elemen­ to constitucional en la Medicina, como cuando ... hube de leer mis prime­ ras historias clínicas: aquellas recogidas con tanta minucia, pero con tan mal método, en los último años de los estudios académicos y en los pri­ meros de vida profesional y hospitalaria. Se describían en ellas los sín­ tomas, los análisis y, a veces, las lesiones; es decir, la enfermedad, pero el enfermo tío estaba allí. Ni una alusión a cómo era la «persona» que sustentaba la enfermedad» 11. 10. Riesgos que Marañón puso de relieve en su actitud crítica irente al psicoanálisis Ireudiano, sin que esto le impidiera valorar, precisamente, la di­ mensión de personalización individualizante que comportaba la obra del psiquia­ tra de Viena. Algunos textos reflejan con claridad el criterio de interpretación biográfica que Marañón dio a la herencia, en cuanto factor individualizante y personali­ zados Así, por ejemplo: «Sin conocer a Gonzalo Pérez (escribe en el Antonio Pérez) quedarían inexplicadas muchas cosas de su hijo. Luego veremos que para algunos era hijo adoptivo, y no de sangre; pero es casi lo mismo, porque la educación iguala y puede prevalecer sobre la fuerza pura de la herencia» [Anto­ nio Pérez, El hombre, el drama, la época, VI, 41). «Tan larga e insigne herencia (Marañón escribe ahora sobre el Conde-Duque de Olivares) influyó decisivamente en el espíritu y en las acciones del Conde- Duque; pero para trazar sus antecedentes nos basta con tomar su sangre más cerca: en su abuelo D. Pedro, primer Conde de Olivares...». «...porque la vida del Conde-Duque no se comprende bien sin el antece­ dente de su padre». Marañón sigue dando los datos hereditarios del Valido de Felipe IV, v retro­ cediendo hasta sus fuentes progenitoras {El Conde-Duque de Olivares. La pasión de mandar, V, 507-508). Quiero destacar la importancia que Marañón otorga a la «educación», que equipara a la herencia. Rof Carballo escribe, sobre lo que él ha hallado «el pro­ blema de la urdimbre afectiva»: «La relación transacional primera que se esta­ blece entre el hombre que acaba de nacer y las personas tutelares y, en general con el mundo y la sociedad en torno, ha sido denominada por mí «urdimbre» R of C arballo , El tigre bajo el asfalto, en Rebelión y futuro, Madrid 1970, 20- 21 ss. Ver también sus obras Patología psicosomática y Urdimbre afectiva y en­ fermedad. 11. Texto que yo he leído en su contexto original, pero que cito tal v como lo ofrece Laín: I, 52; tomado del prólogo de Marañón Los problemas heredé

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