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R a í c e s y e n t o r n o d e l a p e r s o n a l i d a d . 523 Mencionar, finalmente, el aliento constante que para escribir estas páginas he recibido de José Ignacio Tellechea, historiador, maestro y amigo, además de colega hoy, pues en el recuerdo de su amistad con el doctor Marañón he encontrado siempre estímulo para una lectura que me ha proporcionado ratos de fruición impagables. Primera parte: "Las raíces” I.—EL CONCEPTO DE «CONSTITUCION» Una de las tesis mantenidas más firmemente por Marañón es aque­ lla de que todos los episodios humanos son, por lo general, correlati­ vos a la personalidad sana o patológica de los individuos. De aquí que a la hora de buscar la verdad el comportamiento ético de los hombres tengamos al mismo tiempo que indagar la verdad biológica de los mismos. Acaso, pregunta Paul Chauchard, no nos dice Jean Rostand lo necesario que sería «que la biología pase al plano de la virtud»? 2. Pero, ¡no! No abogo yo ahora por un determinismo de cuño biologi- cista. Afirmamos que el hombre es libre: muy cierto. Pero, ¿no habrá que situar la libertad humana justamente en esas coordenadas de en­ carnación en las que se desarrolla y manifiesta? El hombre, definido por el pensamiento moderno más como espíri­ tu encarnado que como animal racional, tiene en lo más hondo de su constitución biológica una parte fundamental del secreto de su com­ portamiento ético, así como de su éxito o fracaso en la vida. Mas no sólo la biología, también las ciencias psicosomáticas —psi­ cología, psiquiatría, medicina— participan de ese conjunto de ciencias modernas que suministran al hombre el material apto para una ulterior comprensión del ser humano. El pensamiento filosófico, ya es bien sabido, no puede situarse hoy en un aislamiento de «excelsa autonomía», volviendo la espalda a los logros de estas ciencias: esto sería su suicidio. Tampoco puede hoy la filosofía ignorar la nueva concepción del universo y de sus leyes, 2. Alma o cerebro: ¿qué es el hombre?, Madrid 1971, 11. Cfr. K . R. P opper - J. C. E c c les , El yo y su cerebro, Barcelona 1980; J. L. Ruiz de la P eñ a , "Psyche” . El retorno de un concepto exiliado, en Salmanticensis 1982-2, 171-202.