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522 A dolfo G o n z á lez -M ontes Fernando Baeza, a pesar de los años que nos distancian ya de su muerte, sigue siendo evocado en la nostalgia de quienes todavía son testigos de la integridad y gigantismo de su figura humana e intelec­ tual. Su obra —se me antoja a mí decirlo así— ha sido postergada en demasía; quizá porque la validez de su magisterio científico y médico sea ya historia. Lo que no lo es, sin embargo, es el legado ético-antro­ pológico que la sustentó y que la sigue como herencia valiosísima den­ tro del pensamiento español de nuestro tiempo. Porque lo mejor de Gregorio Marañón es su humanismo, el mismo que sustentó su figura médica, su tarea histórica; su propia condición de moralista, en fin. Como dice Pedro Caba, le atraía el metafísico olor humano. Adelantado de la psicohistoria el médico historiador se convirtió en el historiador médico, según lo ve Laín Entralgo, que tan bien ha pene­ trado en su pensamiento. Marañón proclamó deberes de naturaleza y deberes de civilización, como en otro lugar he expuesto *, porque entendió al hombre como «ser de responsabilidades». Moralista en el sentido en que Laín mismo ha sabido explicitarlo \ Marañón entendió, sin embargo, que todo deber, inexcusable como correlato del derecho, lo es en tanto que legitimado por la encarnadura constitutiva y ambiental de ese ser de responsabilidad que es el ser humano. Eso es lo que ahora me pro­ pongo aclarar en estas páginas. Es bastante cierto que el alejamiento de Marañón de nuestra pre­ ocupación en España hoy tiene con probabilidad detrás de sí el fracaso del proyecto político del liberalismo histórico, drama, sin duda, del compromiso del propio Marañón con la vida nacional española. Al acercarme a la obra humanista del gran médico, he querido hacerlo saltando sobre este hecho y ateniéndome en exclusiva al significado de su pensamiento ético-antropológico, de cuya vigencia —estoy seguro que es así— la España de nuestros días no ha logrado desembarazarse. * Véase mi ensayo D eberes de naturaleza y deberes de civilización en el pensamiento de G. Marañón, en Papeles de Son Armadans 239 (1976) 101-134. 1. Pedro L aín E ntralgo , Gregorio Marañón. Vida, obra y persona, intro­ ducción a las obras completas de Gregorio Marañón, t. I, 4-125. Sobre todo las pp. /0-84, en las que Laín aborda la obra histórica de Marañón. En las presentes notas (mientras no se indique otra cosa) citaremos las obras de G. Marañón por la edición de sus obras completas de Éspasa-Calpe (Madrid 1966-1977, 10 vols.), indicando con la primera cifra romana el tomo y con las restantes cifras las páginas.

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