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Raíces y entorno de la personalidad en el pensamiento humanista de Gregorio Marañón PRESENTACION Estas páginas, que ahora ven la luz después de algún tiempo de hallarse escritas, son el resultado de una práctica de lectura rica en humanismo y yo quiero dedicárselas a dos médicos amigos, los doc­ tores Manuel Ramos y Pedro Marcos. En su amistad se ha venido haciendo para mí cercana y entrañable esa función de sanación que es la medicina y que el teólogo, como es mi caso, de ningún modo puede considerar marginal a esa experiencia de la salvación que la curación del cuerpo reviste en los relatos evangélicos, ofrecida siempre por Jesús como signo de su misión divina. No voy a tratar de ello aquí. Estas páginas son más que nada un divertimento del espíritu que, sin embargo, no queda hipotecado en el ámbito exclusivo de lo lúdico, pues obedecen a una preocupación honda cual es la preocupación por el hombre, propia del pathos de nuestro tiempo. El hombre contemporáneo se debate entre la angustia de un pre­ sente insatisfecho y la utopía de un futuro que pacifique sus contra­ dicciones. ¿Qué papel ha correspondido a la colectividad hispánica en esta voluntad, colectiva también, de la humanidad de hoy por dar con el remedio para sus males? Algunos de los españoles mejores han intentado al menos un diagnóstico desde el que aportar la terapia adecuada; es el caso de Gregorio Marañón, como fue el caso de Orte­ ga y Gasset, españoles de la generación del 27 — ¡para qué dar aquí su lista una vez m ás!— representativos en extremo del compromiso con la vida pública del intelectual. Ha pasado ya la hora del liberalismo histórico y Marañón, el «pe­ núltimo liberal» de los españoles históricos, como le ha calificado

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