PS_NyG_1982v029n003p0483_05190410
510 G erm án Z amora 4. "Tocar a herejía”, o la revancha de los inmovilistas Tras siete horas de lectura y discusión del extracto, se confió su suerte a los rodeles, consiguiendo gruesa mayoría los partidarios de aprobarlo en la forma dada por Herrero y remitirlo al Consejo a nombre de la universidad «según se ha leído». Sólo doce de los cua renta asistentes se pronunciaron en favor de Villalpando. Un triunfo tan aplastante hizo que, en frase del rector, el claustro terminara en tumulto. Los vencedores no aguardaron a más, y fueron vanos los avisos de orden lanzados por aquél, que deseaba, a toda cos ta, cotejar los votos antes de levantar la sesión, a fin de evitar frau des; quería también que se nombraran nuevos comisarios que firma ran la carta de presentación del extracto al Consejo. Pero este paso les urgía menos, pues podía entorpecer su victoria, si, a pesar del dictamen adverso, aquel ministerio decidía imponer uno de los dos manuales para el próximo año escolar. Haciendo caso omiso de los ruegos de su rector, abandonaron la sala con gran alboroto, en medio de expresiones como la de « ¡Es preciso tocar a herejía! », y tachando de innovadores, libertinos y fautores de herejes a quienes defendían a Villalpando 39. Altamirano, consciente de las prisas del Consejo, procuró que el extracto fuera copiado inmediatamente, para enviarlo a Madrid con el primer correo. «Le hice copiar con tanta prisa —le aseguraba a Campomanes— que yo mismo le estuve dictando por mañana y tarde». El martes, 8 de agosto, estaba ya transcrito y pronto para su envío. Adjuntando testimonio del acuerdo del claustro y una carta personal en la que, entre otras cosas, sugería al Consejo la conveniencia de reclamar también «los originales de que se hizo el extracto, que están mucho peores que éste, y por tales no hay forma de hacérselos entre gar, ni que quede copia de ellos en Secretaría», lo mandaba en nom bre de la universidad y de sus comisarios, como se había acordado. Pero en el momento de trasladarlo a la estafeta, entró en su des pacho el autor del extracto, protestando su envío bajo de aquellos nombres. Habría de ir no como se había leído, en el sentido de hablar los comisarios con el claustro, sino dirigiéndose la universidad al Consejo, 39. AHNC leg. 50769 f. 13.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz