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500 G e r m á n Z am ora definidos, a beneficio de la facultad de medicina, para la que ya fun cionaba en la de Salamanca una cátedra de física experimental24. Es la parte dedicada a esta ciencia la única del curso de Villalpan- do que respetan, aunque sólo globalmente, pues les quedan no pocas reservas sobre muchos de sus temas25. Más aun, el adjunto tratado de la generación humana es declarado inconveniente por lo placentero de la edad del estudiante a quien se destina, aparte de ser, por esta tuto, un tema intocable en clase pública, aunque sea de medicina26. La metafísica de Villalpando se reduce «a cuatro cuestiones que nada importa que se ignoren o que se sepan», y lo poco de aprove chable que le resta viene mejor en Goudin27. Su lógica, en fin, «es cierto que trae muchas y buenas cosas, aun que mezcladas con grandes equivocaciones», a propósito de las causas de los errores, la hermenéutica, el criterio de la verdad y el método, pero son materias por encima de la capacidad del alumnado, o se ex ponen tediosa y confusamente, sobrecargando el discurso de notas 24. Del desinterés hacia las ciencias en la universidad en aquellos años da una idea el número de alumnos matriculados en sus cátedras: en el curso de 1776- 77 hallamos 10 matriculados en «Algebra, Física Experimental y Matemáticas» (AUSal L. 481 f. 88); en el de 1777-78 aparecen 6 en «Algebra y Física» v 4 en «Matemáticas» (ibid., L. 482 ff. 95-96); en el de 1779-80, había 2 en «Matemáticas» y 6 en «Algebra y Física Experimental»; y en el de 1780-81, en cuyo filo se firmaba el extracto contra Villalpando, no aparece alumno alguno matriculado en matemáticas, sólo 1 en física experimental y sólo 2 en álgebra {ibid., L. 485; la cita para el curso precedente puede verse ibid., L. 484 ff. 117 y 115). El total de matriculados en artes en el curso de 1779-80 era de 348 (ibid., ff. 80-96). 25. AHNC leg. 5539 n. 34 f. 105v.: «En la Física, en fin, si se prescinde de la parte experimental, en que da por demostradas no pocas cosas entera mente problemáticas, lo que es superchería filosófica, sólo se nos enseña de nuevo la espiritualidad del alma de los brutos, sentencia de que fluyen conse cuencias poco ventajosas». 26. Ibid., f. 116. De la parte experimental y mecánica de la filosofía moderna y de su estudio fuera de las universidades escribían: «Saben bien que pueden derivarse muchas luces, e insignes utilidades a la Medicina, Náutica, arte militar, fábricas y comercio; y, por lo mismo, están y estarán tan lejos de oponorse a que se entable y propague su estudio entre los que se dedican a las refe ridas artes, empleos y ejercicios, que lo desean vehementemente. ¿Ha habido, si no, alguno que levante el grito, porque se estudie Física Experimental en el Seminario de Nobles de Madrid, en el de la Sociedad Vascongada, en el de la Real Compañía de Cadetes establecida en Segovia, en la Escuela Militar eri gida en Avila...?» (ibid., f. 104v.). 27. «Deseamos, si no, saber qué provecho rinden las larguísimas controver sias sobre las ideas innatas, sobre el Sistema de los Ocasionalístas, sobre la har monía prestabilida, y otras semejantes» (ibid., f. 105v.).
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