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S an F r a n c isc o a n t e e l d e s a f ío . 427 hombre a quien se rehúsa clasificar en una categoría ideológica, en la creación de una comunidad de hermanos que permanecen lib r e s...»23. San Francisco renunció, pues, a la crítica como método de aposto lado. Renunció, más aun, a la violencia, a la lucha de clases. Esto que terminamos de leer en Th. Matura, lo expone igualmente C. Koser, franciscano próximo a los problemas del tercer mundo en su vida apostólica de Brasil. Después de lamentar la crítica a las enormes injusticias que, al menos de palabra, se cometen por quienes dicen defender la justicia, hace esta declaración: «Así pues, yo creo que de bemos hablar con las personas, y el día en que ustedes consigan con vertir un Zaqueo, habrán comenzado a hacer una buena aportación a la causa de la justicia. El día que ustedes irriten a Zaqueo, no lo convertirán. Y toda esta gritería sobre las injusticias en el mundo se dirige a sistemas y estructuras que no tienen orejas, y lo que consi guen es irritar a las personas; resultado: ineficacia» 24. La visión del problema por C. Koser no elimina diversas posibili dades de actuación contra las injusticias vigentes. Pero subraya con marcada intención que el camino de la violencia, aunque sólo sea de palabra, no es el camino eficaz. Porque lo decisivo para él es llegar a un convencimiento justo, reformar las conciencias en sentido plena mente cristiano. En todo caso, el camino de la violencia no es el ca mino franciscano. De esta manera en nuestro razonamiento nos parece haber hecho patente que si el ideal franciscano tiene innegables puntos de contacto con las metas marxistas, el espíritu es radicalmente distinto. Tomar conciencia de ello es poner en claro hasta dónde pueden trabajar jun tos, el franciscano y el marxista, y cuándo es necesario tomar un cami no propio. Para el franciscanismo, éste es un camino de ancha calzada trazado por su santo Fundador, Francisco de Asís. E. R iv era 23. Une contestation au nom de l’Evangile, en La Vie spirituelle, 1970, 151- 170. La traducción de este artículo ha sido hecha por Luis Falcón y publicada en Selecciones de Franciscanismo 1 (1972) 15-25. Las palabras del texto corres ponden a la p. 24. 24. El Franciscanismo y su fuerza de atracción en el mundo de hoy, Valen cia 1973, 186.
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