PS_NyG_1982v029n002p0413_04270410

422 E . R ivera mos resuelto los grandes problemas de la historia. Pero sí afirmamos que la historia ha entrado por el camino por el que un día serán re­ sueltos» 18. Los 200 profesores, exponiendo la mentalidad oficial del marxismo soviético, reafirmaban su soberbia fe en la creación de un mundo nuevo con su esfuerzo. Esta soberbia satánica, algo inherente a la mentalidad marxista, es incompatible con el sentido bíblico de la colaboración del hombre a la obra de Dios, preconizada siempre por San Francisco y dejada como mensaje a los suyos. Este sentido de colaboración con Dios es el reverso de esa humildad franciscana, tan opuesta a la osada alta­ nería marxista que intenta escalar el trono del Creador. Desde esta cúspide histórica comprendemos la razón profunda de por qué se ha acusado al marxismo de preocuparse del proletariado, no por compasión hacia él, sino por el incentivo imperialista de poder. El marxismo ve en el proletariado la fuerza ingente que ha de cons­ truir la historia desde sus cimientos. Si busca elevar al proletariado, es para encender la soberbia del mismo hasta llegar por su medio a la dominación universal. N. Berdiaeff, gran pensador y conocedor cer­ cano del marxismo soviético, escribe: «E l marxismo está inspirado por el desarrollo del poder colectivo organizado, dominando al mundo e inspirando a las masas. El manantial de su inspiración no es la com­ pasión hacia el proletariado pobre, débil y vejado; pero es la adoración y la divinización del proletariado fuerte, rico, dominando al mundo» 19. Cómo esta mentalidad es irreconciliable con la humildad y sencillez evangélicas, que protagoniza el Santo de Asís, queda patente para quien reflexione en actitudes tan distanciadas entre sí como la reve­ rente adoración de Dios y la blasfemia sacrilega del que le niega. b) La alienación religiosa Es un hecho, atestiguado por los grandes historiadores de la vida del pensamiento, el desgarro que ha tenido lugar en la conciencia del hombre moderno. Si no hay discrepancia en la contastación del hecho, son muchas las opiniones sobre sus causas y sus remedios. Anotemos 18. Las palabras fueron pronunciadas por uno de los portavoces de la repre­ sentación, cuyo nombre recordamos, Konstantinov, en una alborotada sesión dedi­ cada a la prensa. Adviértase que este Congreso tuvo lugar quince días después de la entrada de los rusos en Praga el día 21 de agosto de 1968. De aquí la mayor significación de la actitud soviética. 19. El Cristianismo y el problema del Comunismo, Buenos Aires 1946, 15.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz