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338 J uan J o sé H. A lonso El espíritu tolerante de Williams se aprestó por tercer día conse­ cutivo a la lucha 151. Nadie, sino el fundador de Rhode Island, se hu­ biera expuesto a la befa y al escarnio de una población como aquélla que, en frase de la ortodoxia de Massachusetts, constituía la hez de la sociedad en el sentido religioso de la expresión. Nadie, sino R. Wi­ lliams, hubiese preferido la libertad de expresión a la represión injus­ tificada de las verdades de la propia fe. Pero él lo hizo completando las cinco proposiciones que le restaban por defender. El debate comen­ zado en Newport terminó en Providence, donde se expusieron las proposiciones restantes. El proceso de este acontecimiento humillante y penoso se encuentra fielmente reflejado en George Fox Digg’d Out o f His Burrowes, publicada en Boston en el año 1676. Dos años más tarde, en 1678, Fox y Burnyeat replicaron a esta diatriba con otra obra: A New England Fire-Brand Ouenched. El acontecimiento que­ daba, así, narrado para la Historia. b) Motivaciones y explicación de la polémica de R oger Williams con lo s cuáqueros Las motivaciones de la polémica de R. Williams con los dirigentes cuáqueros y la comprensión de la misma radican, a nuestro juicio, en factores de orden religioso y no políticos o sociológicos. La situación, a primera vista anómala y discordante en la actuación de Williams, producida en el declive de su existencia, no constituye una ruptura en la línea continua de la personalidad de este predicador de la liber­ tad sino que se explica en el contexto, siempre idéntico, de su fe y vivencia puritanas. Intentaremos razonar esta afirmación. Hay que suponer que las actitudes y prácticas de los cuáqueros sus­ citasen la irritación y el desprecio de R. Williams. Sus actos de des­ cortesía ciudadana, como rehusar el saludo a los desconocidos o la genuflexión a sus superiores, sus ventas ilícitas de licores a los indios, su incultura musical y, consecuentemente, sus desafinados cantos litúr­ gicos, sus reuniones silenciosas y carentes de contenido, su práctica de enviar a la mujeres a predicar el evangelio, etc., chocaban inevitable­ mente con la conciencia puritana de Williams 152. 151. Id., o . c ., 104. 152. Id., o . c ., 33

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