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258 J uan J o sé H . A lonso diálogo, que aumentan la confusión y en ocasiones el tedio, propios de toda obra polémica de la época. Una incorrecta interpretación de los escritos de R. Williams efec­ tuada a lo largo de la Historia y el convencimiento de que su pensa­ miento político deriva de una conciencia clara de los principios funda­ mentales de la doctrina puritana nos han obligado en nuestro estudio — centrado en las relaciones Iglesia-Estado y en la doctrina sobre la libertad religiosa, que dimana de ellas— a abordar unos temas histó­ ricos y religiosos referentes a la vida de Inglaterra y de Nueva In­ glaterra del siglo xvn , sin los cuales la óptica de comprensión del pen­ samiento de R. Williams estaría no solamente reducida sino seriamente desvirtuada. A las complejidades y confusiones propiamente estilísticas se aña­ den así otras de carácter histórico y teológico. La tarea se ofrece ardua pero, al mismo tiempo, se vislumbra prometedora al tratar de indagar en los orígenes de la defensa sistematizada de una idea, convertida en el baluarte del mundo civilizado de nuestros días y en cuya consecu­ ción total se orientan las democracias de la tierra. R. Williams es sinó­ nimo de libertad. I ROGER W ILLIAM S: E L HOMBRE Y LA OBRA 1. Interpretaciones del pensamiento de Roger Williams R. Williams fue para sus contemporáneos, especialmente para los dirigentes políticos y religiosos de Nueva Inglaterra, el prototipo del hombre liberal y rebelde ante una concepción rígida y escrupulosa­ mente definida de relaciones entre la Iglesia y el Estado. Los presu­ puestos religiosos del fundador de Providence, en los que apoyaba la separación radical entre Iglesia y Estado así como la defensa de la absoluta libertad de conciencia, jamás fueron entendidos por los je­ rarcas de la iglesia puritana. A pesar de su proceso en 1635, y las acusaciones que en él se presentaron4 conducentes al destierro, el 4. R. A. G uild , Biographical Introduction, en R. W illia m s , Narragansett Club Publications, I, Providence 1866, 23; John Cotton’s Answer to Roger Wi­ lliams, en Narragansett Club Publications, II, Providence 1867, 40-9.

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