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276 J uan J o sé H. A lonso de episcopalianos, favorables a un sistema eclesial basado en la cons­ titución jerárquica de la propia Iglesia, encarnada en los obispos, que se retirarían tan pronto como el rey denunciase la ilegalidad de la asamblea. Un tercer grupo estaba formado por los llamados Indepen­ dientes, incómodos ante el espíritu intolerante de los presbiterianos que pretendían a toda costa establecer en Inglaterra una iglesia nacio­ nal en la que no hubiera prácticamente cabida para los No-conformis­ tas. El grupo de Independientes convenía con los presbiterianos en la doctrina calvinista, pero disentía de ellos al afirmar la independencia de toda congregación religiosa respecto a todo tipo de superestructura que no fuera la supervisión de los ancianos y la norma de los princi­ pios fundamentales del cristianismo. La situación del grupo de Independientes era extremadamente comprometida. Las previsiones hacían pensar en una Inglaterra pres­ biteriana e intolerante. Por ello, el sector más liberal entre ellos, dirigido por Cromwell y Vane, recabó ayuda del Parlamento y de la asamblea para evitar que los presbiterianos sofocasen a los disidentes. Con este propósito simpatizaron también con las muchas sectas en­ tonces existentes, la mayoría de ellas inclinadas al separatismo, en un alarde de fuerzas para contrarrestar la acción del grupo de la ma­ yoría. En este preciso momento, y para alejar de sí la acusación de separatismo que se cernía sobre ellos, Thomas Goodwin, Sidrach Simpson, Jeremiah Burroughes, William Bridge y Philip Nye, cinco ministros del grupo Independiente, publicaron una pequeña obra, titulada An Apologeticall Narration, que defendía una solución media entre el Brownismo —atribuido a este grupo— y el presbiterianismo 29. Es decir: se abogaba por una forma de gobierno eclesial en el que el Congregacionalismo servía a los intereses de la nación mejor que el Presbiterianismo. El Congregacionalismo era una especie de vía media entre el radicalismo de las sectas y el autoritarismo de los presbiterianos. Y el modelo de Congregacionalismo con el que se soñaba era precisamente el de Nueva Inglaterra, definido doctrinal­ mente por las ideas de J. Cotton, un modelo del que estaba ausente la tolerancia. A pesar del énfasis en las semejanzas entre los diversos sectores calvinistas y de su pretendido sentimiento en favor de la libertad de conciencia, el grupo de Independientes y en concreto la 29. Apologeticall Narration, 24. Cf. W. H a l l e r , Tracts on Liberty in the Vuritan Revolution, 3 vols., New York 1933.

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