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274 J uan J o sé H . A lonso opinión. Así E. Holliman bautizó a R. Williams y éste a aquél. Se fundó así la primera Iglesia Baptista en América, fiel a lo largo de la Historia a las doctrinas de la regeneración del bautismo de los fieles y de la libertad religiosa. Pero la inquietud religiosa de R. Williams no se truncó con su conversión a la Iglesia Baptista. Pronto surgieron en él dudas acerca de la validez de su bautismo puesto que no había sido administrado por un apóstol sino por un laico, si bien honrado y piadoso. Desde estos momentos se convirtió en «seeker», «buscador», término que puede aplicarse al cristiano de cualquier época que, no satisfecho con la doctrina ni las instituciones eclesiales, busca la verdad en conformi­ dad con sus inclinaciones personales 28. La inquietud religiosa de R. Williams está fuertemente entre­ mezclada con su actividad política. A pesar de su intención de olvidar su pasado en la Bahía de Massachusetts, como dijimos anteriormente, pronto comenzó a discutir por escrito las circunstancias de su destierro con las autoridades de aquella zona y a elaborar sus ideas radicales sobre las relaciones entre Igleia y Estado y sobre la naturaleza de la libertad religiosa. Los jerarcas de Massachusetts replicaron a sus teo­ rías, convencidos en su interior de la sabia decisión de haber expul­ sado a un fanático, cuyas opiniones se vislumbraban cada día más peligrosas e influyentes. Las autoridades de Massachusetts, ante el continuo crecimiento del número de adeptos de la nueva colonia, fundada por R. Williams, y ante la forma de gobierno que ésta iba desarrollando, asentada sobre los principios de libertad religiosa, pre­ tendieron extender su jurisdición sobre los territorios de la Bahía de Narragansett. Los habitantes de Rhode Island y de Providence, ante el temor de que su colonia no fuera reconocida ni en el Nuevo ni en el Viejo Continente, comisionaron a R. Williams para obtener del gobierno revolucionario de Inglaterra una sanción legal que garanti­ zase sus derechos y validase su régimen político especial. 28. «The Seekers were thus described by a contemporay English pen: "Many have wrangled so long about the Church that at last they have quite lost it, and go under the name of Expecters and Seekers, and do deny that there is any Church, or any true minister, or any ordinances; some of them affirm the Church to be in the wilderness, and they are seeking for it there; others say that it is in the smoke of the Temple, and that they are groping for it there where I leave them praying to God». Citado de V. L. P a r r in g t o n , The Colonial Mind 1620-1800, New York 1927, 64.

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