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L a t o l e r a n c i a e n e l p e n s a m ie n t o d e . 389 matan con la espada —la espada de dos filos del espíritu de Dios— a los impíos para llegar a ser herederos, más bien coherederos con Cristo Jesús (Rom 8). — Los materiales, oro y plata, de los ídolos de esta tierra eran abominables y peligrosos para el pueblo de Israel, mientras que en la actualidad no encontramos que tales materiales de ídolos o imágenes sean de naturaleza viciada. Con todo, descubrimos en el antitipo que el oro, la plata, hasta la casa, la tierra, la mujer, los hijos y la vida misma han de ser odiados para poder ser contados entre los verda deros discípulos de Jesús (Le 14, 26). — Canaán era una tierra santa desde el punto de vista ceremonial, santidad que no puede atribuirse ninguna nación en la actualidad. Sin embargo, todo resulta puro y santo para el que está santificado en la tierra espiritual de Canaán, la Iglesia cristiana. — El Señor la llama su tierra, su heredad (Lev 25, 23), término apropiado para designar a la Canaán espiritual, la Iglesia de Dios. En nuestros días, ¿qué diferencia existe respecto a la propiedad especial del Señor entre Asia y Africa, entre Europa y América, entre Ingla terra y Turquía, o Londres y Constantinopla? — Esta tierra debía guardar el año Sabático; tal observancia no se requiere en nuestros días en ningún país del mundo. No obstante, en la Iglesia, la tierra espiritual de Canaán, existe el descanso espiri tual del alma, el sábado, la dependencia de Dios, la vivencia por la fe en él. Las propiedades de aquella tierra, casas, viñas, etc., no podían venderse para siempre; eran devueltas a sus dueños en el año del jubileo (Lv 25, 23). No sucede nada similar en nuestros días. Pero esto encuentra su plenitud en la Canaán espiritual o Iglesia de Dios, en la que se ha efectuado la restitución de todos los derechos espiri tuales, perdidos por culpa de Adán o por los pecados personales, gra cias al anuncio del evangelio. La tierra de Canaán era figura, tipo, del reino de los cielos, comen zado aquí abajo en la Iglesia y Reino de Dios (Heb 4, 8). ¿Qué país puede ser paralelo a Israel, su antitipo, sino la nación mística de la Iglesia de Dios, compuesta de hombres de toda raza y condición? (1 Pe 2, 9 ) 250. 250. Id., o . c ., 317-22; Id., The Hireling Ministry none of Christs, or a Discourse touching the Vropagating the Gospel <of Christ Jesús, en The Complete Writings of Roger Williams, VII, New York 1963, 159 ss.
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