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L a t o l e r a n c i a e n e l p e n s a m ie n t o d e . 267 ciencia respecto a otras comunidades eclesiales y con visos de sepa­ ratismo y de reforma, llevados a la práctica por John Endecot, uno de los colonos más enérgicos de Nueva Inglaterra. Cuando esta noticia llegó a Boston, John Winthrop escribió a la congregación de Salem recordándole las tendencias separatistas y las opiniones heterodoxas de R. Williams y lamentándose de que no se hubiese consultado al gobier­ no en una decisión tan trascendental: «That whereas Mr. Williams has refused to join with the congregation at Boston, because they would not make a public declaration of their repen­ tance for having communion with the churches of England, while they lived there; and besides, had declared his opinion that the magistrate might not punish the breach of the Sabbath, nor any other offence that was a breach of te first table; therefore they marvelled they would choose him without advising with the Council; and withal desiring that they would forbear to proceed till they had conferred about i t » 22. No tenemos más documentación al respecto que la carta del gober­ nador Winthrop, pero todo hace suponer que el poder civil estaba dispuesto a atajar situaciones tan desagradables, prefigurando aconte­ cimientos posteriores que culminarían en el destierro del fundador de Rhode-Island. Es presumible que, en estas circunstancias, Williams no encontrase apoyo en Salem y por ello decidió marchar a Plymouth, asentamiento de los «Peregrinos», fuera de la jurisdicción de la Bahía de Massachusetts. Los «peregrinos», llegados al Nuevo Mundo en el Mayflower, estaban imbuidos de un espíritu mucho más liberal que el resto de los puritanos, emigrados a aquellas tierras. Antes de su desembarco en Nueva Inglaterra habían residido en Holanda y se habían mante­ nido alejados de la iglesia establecida de Inglaterra. Por esto, entre otras razones, es comprensible que las ideas separatistas de Williams fueran menos ofensivas a la congregación de Plymouth que a los her­ manos de Massachusetts. De hecho, según confesión de William Brad­ ford, gobernador de Plymouth e historiador autorizado, R. Williams fue agasajado por esta comunidad en la medida de sus posibilidades, admitiéndole como miembro de su iglesia y recibiendo con gratitud sus enseñanzas. Durante su estancia en Plymouth, R. Williams gozó de oportunidades para relacionarse con los indios, que visitaban fre- 22. Citado de R. A. G u ild , o . c ., 12-3.

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