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EL CÁNTICO DEL HERMANO SOL 171 el corazón. Porque es un poeta de Dios que transmite el mensaje del amor, de la salvación y de la gracia... cantando. Y no hay quien resista, sin rendirse, tanta belleza. ...E n el eremitorio de Cesi, donde vive temporalmente, pinta árboles, pájaros, ángeles y niños en las paredes. Dibuja la cruz en las vigas de madera a punta de navaja. Compone «slogans» breves y ex­ presivos con música y verso para cantar la ternura del hermano Jesús y la belleza de la vida. Se pone a sí mismo nombres jarísim os, como «juglar de Dios», «heraldo del gran Rey», «pequeñuelo y siervo» y a su paso por los montes, los valles, las tierras de labor y las plazas brota una primavera de canciones... E s poeta. Es el cantor de Dios. 2 . P atron o d e l o s e c o l o g is t a s El Papa Juan Pablo II ha puesto sobre el pe­ cho llagado de Francisco esta nueva condecora­ ción. Desde la estrella donde ahora vive se ha convertido en el "hermano-ángel de la natu­ raleza” . Es urgente el regreso de Francisco porque los síntomas de peligro­ sidad y de destrucción de la naturaleza son alarmantes: — «las aguas bajan turbias», contaminadas por elementos tóxicos que exterminan las especies animales de nuestros ríos, — el «mare nostrum», mar de la cultura y de la luminosidad, corre el peligro de convertirse en un mar muerto si no se toman medidas drásticas de saneamiento. E l fondo de los océa­ nos se va poblando de «cementerios» atómicos y nucleares, — en las grandes ciudades industriales la polución atmosférica crea un ambiente irrespirable, al borde de la catástrofe, — los incendios provocados en bosques y plantaciones forestales pueden convertir nuestra geografía en zonas desoladas y de­ sérticas, — las hordas muchachiles hostigan con sus escopetas de aire com­ primido a los pájaros asustados, en los parques, en los campos y hasta en la misma calle,

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