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196 P. CALASANZ La «hermana muerte» vino a buscar a Francisco en un día otoñal cuando los campesinos vendimian las uvas maduras. Al verla entrar por la puerta de la cabaña, Francisco sintió que le volteaba festiva mente el corazón. Salió a su encuentro y le dio la bienvenida. Fue un abrazo emocionante que dejó sus manos temblorosas y su corazpn ausente. Lloraban los hermanos. Volaban en bandada las alondras sobre la cabaña. Y, en el silencio, resonaba la estrofa magnífica del Cántico: Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal. Un hermano vio el corazón de Francisco que volaba al cielo con vertido en estrella... 10 . G l o s a r io y g u ía d e l « c á n t ic o » Altísimo, omnipotente, buen Señor ... Es el trato de adoración que aprende Francisco en la escuela de la Biblia. Dios es Dios, Creador y Padre. Es el «buen Señor», Jesucristo bendito, hermano y Pastor. Es el Verbo encarnado que nos redimió con su sangre en la Cruz. Cristo es luz, piedra, manantial, manjar, misericordia, amor. Tuyas son las alabanzas, la gloria, el honor y toda bendición. E l Altísimo es el destinatario del poema. Destinatario único y exclusivo de la alabanza y el honor por motivos de creación y re dención. A ti solo, Altísimo, corresponden. Porque eres el Ser, porque eres el Bien, todo el Bien, el Sumo Bien, porque eres el Salvador. Y ningún hombre es digno de hacer de ti mención. Porque Dios es trascendente, el innombrable, el inabarcable. Dios es el Ser infinito frente a la nada ontologica de la criatura. Dios es inmenso mar que no cabe en la diminuta concha de molusco que es la
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