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184 P. CALASANZ presas en las cosas sigue dondequiera al Amado, hace con todas una escala por la que sube hasta el trono». «Abraza todas las cosas con indecible afectuosadevoción y les habla del Señor y las exhorta a alabarlo. Deja que los candiles, las lámparas y las candelas se consuman por sí, no queriendo apagar con su mano la claridad, que le era símbolo de la luz eterna. Anda con respeto sobre las piedras, por consideración al que se llama Piedra». «A los hermanos que hacen leña les prohíbe cortar del todo el árbol, para que le quede la posibilidad de echar brotes. Manda al hor­ telano que deje a la orilla del huerto franjas sin cultivar para que a su tiempo el verdor de las hierbas y la belleza de las flores pregonen la hermosura del Padre de todas las cosas. Manda que se destine una porción del huerto para cultivar plantas que den fragancia y flores, para que evoquen a cuantos las ven la fragancia eterna». «Recoge del camino los gusanillos para que no los pisoteen; man­ da poner a las abejas miel y el mejor vino para que en los días helados del invierno no mueran de hambre. Llama hermanos a todos los ani­ males, si bien particularmente entre todos, a los mansos». Las «hermanas criaturas » corresponden al amor del Pobrecillo con devoción y ternura: — La avecilla del lago de Rieti prefiere posarse ensus manos a la libertad que le brinda Francisco. — Las abejas fabrican colmenas y panal en un vaso de arcilla que dejó el santo en su celda. — El faisán no quiere comer de pena por verse alejado de su amigo el Pobrecillo. — La cigarra alegraba con su canto a Francisco y venía a posarse en sus manos para escuchar la plática, «como si estuviera dota­ da de razón». — El sermón a los pajarillos no es una anécdota sentimental. Francisco advierte que las hermanas avecillas captan su men­ saje con una comprensión racional de los motivos de la ala­ banza al Creador. Escuchan «como si estuvieran dotadas de razón», con sus ojillos asombrados y con un revuelo estreme­ cido de alas. — Francisco libra de la muerte al corderillo y a las tórtolas que van a ser vendidas en el mercado.