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132 I. MANZANO decir nulas. En efecto, no prueba nada el hecho de que en el Cántico se enumeren los elementos en orden d istin to64. Mencionemos otro resultado importante. Es el siguiente: En los escritos de San Francisco no hay indicio alguno de algún cariño espe cial del Santo con respecto a la naturaleza infrahumana. Tal natura leza infrahumana — cosas inanimadas, animales— y su respectivo voca bulario está ausente en los escritos de Francisco y ausente está tam bién la manifestación de algún sentimiento efusivo y cordial con res pecto a e lla 65. El mundo espiritual que Francisco nos expone en sus escritos es una visión de Dios y el hombre en perspectiva salvífica: Dios actuando (de muy diversas maneras) y el hombre que se deja actuar por Dios o que rechaza esta acción de Dios. El mundo idílico de las criaturas infrahumanas es un mundo que no interviene en el drama humano- 64. Hemos visto cómo están y en qué relación ciertos vocablos-sujetos, tales como sol, luna, etc., en los otros escritos de S. Francisco. Hemos visto lo propio con respecto a «frater» y «soror». Veamos en qué relación están los otros epíte tos usados, tales como «bello», «casto»... de los equivalentes latinos tal como se dan en la traducción latina del Cántico hecha por Waddingo y que trae el P. K. E sse r en la nueva edición crítica: Opuscula Sancti Patris Francisci Assi- siensis, Grottaferrata (Roma), Ad Claras Aquas 1978, 86. — Pulcher: 3 veces. Ninguna como adjetivo de las cosas: siempre con respecto al hombre o con el «Paráclito». — Splendor: Ninguna vez en S. Francisco. — Clara: Ninguna vez en S. Francisco. — Pretiosus: 7 veces; cinco veces en relación al lugar o vestidos sagrados con respecto al «Cuerpo» de Cristo; otra vez con respecto al vestido de los ricos y otra como calificación de la «Sangre» de Cristo. — Bellus: ninguna vez. — Castus: dos veces; una vez para indicar cómo debemos comulgar y otra vez referido a las palabras. — Humilis: diez veces; nunca aplicado a cosas, siempre a personas. — Jucundus: tres veces; siempre con relación al hombre. — Robustus: ninguna vez. — Fortis: dos veces; de las cuales una aplicado a Dios y otra a los enemigos del alma. Creo que lo que precede es muy sintomático. 65. En la obra de S. Francisco hay solamente tres textos que tengan alguna significación con respecto a este su sentimiento especial para con la naturaleza, a saber: Uno general: «Y todas las criaturas queestán bajo el cielo sirven, conocen y obedecen...»; texto que ya conocemos. Otro, en el que se mienta las aves: «Todas las aves del cielo, alabad al Señor» (ExhaALD, n. 12: 27). El tercero, en el que se ruega a los frailes estar sujetos, incluso a lasfieras: «... y lo sujeta y somete..., sino aun a todas las bestias y fieras...» (SalVir , n. 18: 48).
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