PS_NyG_1982v029n001p0007_00390410

38 ISIDORO RODRÍGUEZ IV. ESTADO PSICOLOGICO El estado psicológico de Francisco, al pronunciar esta oración, es moderado y equilibrado, aunque con emoción contenida, a juzgar por el texto. a) El asíndeton o falta de conjunciones siempre supone taquicar­ dia. Aparece desde el primer momento, entre los dos epítetos y luego entre perfectam y sensum : emoción mesurada, por solo registrarse dos veces. Según los retóricos griegos, las palabras largas (de cuatro sil. por lo menos) con frecuencia son enfáticas. Gloriose es más emo­ cionado que summe, también porque es menos metafísico y más his­ tórico y palpable. Con asíndeton oró el rey Agamenón, en una acción cultual impresionante, ofreciendo el sacrificio de un toro: «Zeus glo­ riosísimo máximo» (II. 2, 412). También sin «oh », como Francisco y como el Misal Romano, que igualmente con asíndeton, invoca repe­ tidas veces: Omnipotens, sempíteme Deus; omnipotens, aeterne Deus (por razones rítmicas recurre también omnipotens et misericors Deus) (PFLIEGER 440-445). b) Varias veces he mencionado el balanceo y equilibrio de la frase, como indicio de serenidad, al igual que toda disposición simétrica, mientras produce desasosiego la asimetría. Summe, gloriose Deus es una invocación muy balanceada y serena, respondiendo al equilibrio y simetría del crucifijo bizantino ante el que ora: bisílabo, cuatrisíla­ bo, bisílabo. El fiel de la balanza es gloriose ; Summe y Deus son los platillos de igual peso. c) Para detectar el estado anímico de Francisco, es decisiva la primera palabra Summe, que inicia un ritmo dactilico acentual, propio de dioses y reyes; ritmo descendente, es decir, sereno y solemne. Muy otra situación psíquica supondría el comenzar con gloriose, por su rit­ mo anapéstico y ascendente, apasionado, concitante y turbado, propio del hombre efímero. Cuando fray Luis de León quiere describir — ya acústicamente— la vida reposada, tranquila y serena, comienza nece­ sariamente con ritmo dactilico, descendente (trímetro dactilico acen­ tual): « ¡Qué descansada vida! ». Al hablar de la bienandanza, sere­ nidad y paz del cielo, ineludiblmente entona su canción asimismo con ritmo dactilico descendente (trímetro dactilico acentual): «Alma región luciente».